Pero ¿no se iba? Publicado por Mujeres

Realmente le compadezco. No siento especial aversión por su persona aunque tampoco me parece alguien digno de confianza, como predica su “slogan” político. Pero, dejando de lado mis opiniones personales sobre el líder del PP Mariano Rajoy, he de reconocer que le compadezco.

Su tarea es difícil. Está al frente de un partido que vive en la oposición tras muchos años en el poder. A eso hemos de añadirle que mientras el partido estuvo en el poder el líder era otro, y cuando el “barco” empezó a hacer aguas el capitán fue el primero en saltar a tierra firme.

Así tenemos un capitán retirado, Aznar, que abandona la línea de fuego política y deja los mandos a un sucesor “fiel”. El sucesor está bien custodiado por otros “hombres de confianza” del capitán, así que nada puede salir mal. Sólo debe ir ganándose poco a poco la confianza de los votantes e ir adquiriendo ese carisma tan necesario y a la vez tan ajeno al sucesor.

Hasta aquí la historia por todos conocida y por muchos comentada, haciendo toda clase de conjeturas sobre la “independencia” del sucesor al mando del partido. Lo cierto es que no quiero entrar a hacer valoraciones políticas, sería deshonesto por mi parte conociendo sólo lo que aparece en los medios de comunicación que, además, suelen ser tremendamente partidistas.

Pero he de reconocer que últimamente el Sr. Rajoy no deja de inspirarme compasión. El capitán decía que se marchaba pero no se acaba de ir; aparece así en eventos mediáticos en los que se dedica a realizar declaraciones poco maduradas y con mucho peligro para los que dejó a cargo del barco.

La última intervención, la realizada por el Sr. Aznar en Calatayud, ha sido un tremendo golpe para la campaña que estaba llevando a cabo el PP. Puedo comprender la desesperación que habrá sentido el director de campaña, Pío Garcia Escudero, al conocer las declaraciones del ex presidente, una “versión libre” del eje de comunicación de la campaña.

Las afirmaciones de Aznar al decir “quien no vota al PP apoya que ETA esté en los ayuntamientos” ha sido una interpretación muy muy libre del estudiado discurso que tenía preparado Rajoy, y por consiguiente el resto de líderes populares, para las elecciones inmediatas. El director de campaña quería un final que consolidara los mensajes de “confianza en el futuro”, un juego de palabras para alejarse de las acusaciones sobre su “pasado”, apostando por un partido “moderado” y posicionando a los socialistas como un “aval a la política de cesión ante ETA”.

Sin entrar a valorar mi acuerdo o desacuerdo con las “líneas de campaña” del PP, lo que sí es cierto es que ahora el “capitán” ha dejado en una situación difícil a los suyos. Ha propiciado que el recurso de “partido moderado” que pretendía atraer a lo que ellos denominan “votantes de los partidos bisagra” se vaya al garete.

En fin, que el abuelo debería jubilarse de una vez de la política. Dedicarse, como otros muchos, a dar seminarios de esos que cuestan una millonada y limitarse a hablar de fútbol, toros y viajes. Como todos los jubilados. Si es que, en realidad, se ha jubilado claro.

Merx