¿Dónde puede llegar el absurdo? Seguro que habrás pensado qué pregunta más absurda, pero voy a intentar explicarme.
No hace muchos días toda la prensa nacional e internacional se hacía eco de los hechos ocurridos en Virginia, Estados Unidos, cuando un desaprensivo se liaba a tiros en un campus universitario de la ciudad. Se habló mucho de la permisividad que la ley americana otorga en las licencias y adquisición de armas.
Vamos a lo absurdo, por lo menos desde un punto de vista racional, y es que no han aprendido la lección. Hoy leo, como algo anecdótico por lo que me parece aún mucho peor, que en el Estado de Illinois han concedido la licencia de armas a un niño de once meses.
Lo que oyes. El padre se ha ocupado personalmente de cumplimentar todos los formularios necesarios y ponerlos delante de su hijo para que estampara su firma (“su garabato” en palabras del orgulloso papá).
La noticia continúa dando más datos sobre la licencia de Bubba, que así se conoce al niño en el entorno familiar, indicando que consta el peso y la altura del niño así como una fotografía del mismo.
Flipas, ¿no?. Yo creo que el padre no ha hecho más que seguir con la tradición familiar, al estilo del que aquí hace socio de un club deportivo a su hijo nada más nacer. Pero claro el abuelo, para animar el cotarro, en lugar de regalarle el equipo reglamentario del club en cuestión lo que regaló al niño fue una pistola “beretta”. De las que hacen “pum” de verdad, sin botoncitos de goma ni majaderías de ese estilo.
Ya ves, lo que hace la tradición familiar. En fin, que aunque me gustaría que se tratara de un error de las autoridades locales (por no hablar de la conducta familiar) el error no existe; es más, la licencia la habían solicitado ya en dos ocasiones anteriores y les fue denegada.
No te emociones. El rechazo en la primera ocasión fue porque no figuraba que era estadounidense (agg) y en la segunda porque no constaba que el solicitante era el padre del niño (aggggggggggg).
Pero no te preocupes porque las autoridades alegan que hasta que cumpla 18 años no podrá comprarse una pistola él solito. Lo que no sé es si se habrán parado a pensar en la de cumpleaños que le quedan al niño para que la familia vaya aumentando su arsenal privado.
No tengo palabras, en serio. Será verdad eso de que algunos adultos son niños grandes; por el peso y la altura corporal, claro está, porque por la capacidad cerebral no va a ser el caso.
Merx
miércoles, 16 de mayo de 2007
Bubba hace PUM Publicado por Mujeres
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