miércoles, 9 de mayo de 2007

¡ A jugar !

Cuántas veces todos nos hemos quejado de la violencia, el sexo, la ansiedad y el stress que causa la afición a los videojuegos y cómo éstos perturban la mente de quién se engancha a ellos, que no son sólo los jóvenes adolescentes.

Pero la ley del péndulo, que se pasea irremediablemente por todas las facetas y momentos de nuestra vida, también se ha dejado ver en el mundo de las consolas, y si hasta hace poco era imposible encontrar un juego para mentes pausadas, creativas y objetores de conciencia, ahora la tendencia está en los videojuegos para aprender y ejercitar el cerebro.

La clave de este cambio no está en que haya aumentado la sensibilidad de este sector a los problemas generados por la violencia y el stress de los juegos convencionales, sino al éxito arrollador que han tenido los llamados juegos “Touch Generation”, que ofrecen planteamientos novedosos y originales, aprovechando las funciones de la consola como la doble pantalla, funciones táctiles y micrófono, a un nuevo público que los ha convertido en un éxito de ventas, y que por tanto se erige como una importante fuente de ingresos para los creadores de estas maquinitas, especialmente para Nintendo que ha tomado la delantera en esta nueva tendencia.

Ahora en tus ratos libres, puedes cambiar la tradicional lucha familiar por el mando de la tele, por la batalla para jugar con la consola, con la seguridad que ofrece el pensar que todo el tiempo que dediques a jugar va a ser bien empleado porque vas a aprender un montón de cosas, o a ejercitar tu mente o incluso a explotar tu vena creativa.


Puedes elegir entre “Electroplankton” y crear secuencias de planktons, unos pequeños bichitos que producen efectos de luz y sonido, a través de la pantalla táctil y el micrófono, elaborando tus propias composiciones artístico musicales y relajarte y disfrutar con el espectáculo, o someterte al maestro virtual de “English training” y mejorar de una vez ese nivel de inglés que acostumbras a destrozar, practicando con ejercicios de todo tipo en los que agudizar el oído, pronunciar correctamente o descifrar palabras.

Pero si lo que te falla es la memoria o no estás acostumbrado a darle marcha a las neuronas, puedes optar por el “Brain Training” o el “Big Brain Academy” y, como en el anuncio, y con algunas horas de entrenamiento, conseguir acordarte de los cumpleaños y los compromisos más importantes.

También puedes aprender a cuidar mascotas con el “Nintendogs” sin tener que salir a la calle a pasear al chucho, o desgañitarte cantando con tus amigos con los tradicionales karaokes o, el no va más, llegar a montar galas por el mundo entero para que un jurado valore si tu nivel de canto es digno de un disco de oro o sólo sirve para perturbar el sueño de tus vecinos. Todo virtual, claro.

Si todo este abanico de posibilidades no cuadra con tus aficiones y lo que a ti te pone es la payasada y hacer reír al público, ahora puedes adquirir, de momento sólo en Japón, la última novedad de Nintendo, el “Comedy Training”, una especie de club de la comedia en el que un risómetro detectará y medirá las risas que tus respuestas provoquen entre los jugadores para decidir quién de los participantes es el más gracioso.

Si bien es cierto que es mucho mejor matar el tiempo practicando con cualquiera de estos juegos que matando policías, robando coches, haciendo carreras ilegales, convirtiéndote en narcotraficante o en un alien que destroza a quien se encuentra en el espacio, no deja de ser curioso que las grandes innovaciones se sigan produciendo en todos aquellos ámbitos que de alguna manera nos retienen en casa y nos aíslan del mundo.

Pero a los cazadores de público para los juegos todavía les queda por descubrir la mina de oro que habita en el público español, aquel que se encandila con el cotilleo y las desgracias ajenas. Todo llegará, es cuestión de tiempo que alguna mente detecte en Nintendo que lo que aquí triunfa es descubrir oscuras tramas inmobiliarias, ser político y jugar a ver quién dice la tontería más grande o el insulto más ingenioso, adivinar cuál es el próximo novio de la Obregón, cómo conseguir salir de la cárcel estando preso o incluso un juego de apuestas para ver si finalmente será Leonor la próxima soberana.

Un buen abanico de ideas para un nuevo público, el español, éxito de ventas seguro.

Marg

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