jueves, 10 de mayo de 2007

Saltarse las reglas

Acabo de quedarme completamente alucinada. En el repaso diario que hago de las noticias del día me he quedado parada en un titular sobre los avances de la ciencia.

En más de una ocasión te he contado mi sorpresa en las investigaciones o ensayos clínicos que ponen en marcha los científicos, tarea admirable en algunos casos por los avances que suponen y en otras del todo inexplicables para una inculta en la materia como yo.

Hoy leo con asombro que el Dr. Ezequiel Pérez, presidente de la Sociedad Española de Contracepción, declaraba “las mujeres podrán decidir si quieren o no tener la regla”.

¿Asombrada? Pues sigo. Con motivo del simposio “Vivir sin reglas. Una nueva opción para la mujer” (tela el eslogan tan creativo que han buscado), desarrollado en el XXIX Congreso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia , el Dr. Ezequiel, al parecer un experto en la materia, aseguraba que en un futuro próximo las mujeres podrán decidir si quieren o no tener mal humor, dolor y todas esas cosas que durante siglos hemos asociado a los cambios hormonales provocados por la tan temida frase “hola, soy tu menstruación”.

El investigador, que afirma que la decisión de no tener la regla es totalmente segura, apoya su teoría en el enorme avance de las nuevas pautas en anticoncepción hormonal combinada (que no sé muy bien qué son) y habló de las ventajas que supondrá para algunas mujeres que sufren patologías o anemias asociadas a la regla.

No sé chica, seguiré con mucha atención los avances en este terreno porque nunca he tenido claro qué significa la expresión de “en un futuro próximo”. Es cierto que en muchas ocasiones, la mayoría, reniegas de que las mujeres tengamos que cargar con esta “regla” y piensas con envidia en que los hombres, aunque tengan que afeitarse todos los días, no tienen que decidir si les gustan las cosas con alas, planas, extraplanas o totalmente aerodinámicas.

Sí es cierto que así no tendremos que soportar a la tía de turno que, en plena pubertad, te avergüenza delante de toda la familia diciéndote esa tontería de “ay, si es ya toda una mujer”…

En fin. Que si esto avanza, esperemos que así sea para tener algo más en lo que poder decidir, los hombres deberán empezar a buscar nuevas excusas para justificar nuestra ocasional mala hostia. Podremos contestar, sin pudor, “no tengo la regla imbécil, sólo estoy cabreada ¿y qué?.

Esto de saltarse las reglas mola, ¿no crees?

Merx

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