lunes, 26 de marzo de 2007

¿Se acabó el cero patatero?

Para bien o para mal, los tiempos cambian irremediablemente. En mi época de estudiante adolescente los profesores tenían libertad para castigarte echándote fuera de clase o enviándote a tu casa por unos días si el tema era muy grave, o bien obligándote a secar los cubiertos de todos los que se quedaban a comer si la gamberrada en el comedor había sido de nota. Había incluso alguno que me perseguía todas las mañanas para comerse la mitad del bocadillo que me hacía mi madre. Eso, sin mirar un poco atrás, y no fue mi caso pero si el de mucha gente que conozco, cuando el castigo era un golpe en los nudillos de la mano con una regla o tenerte toda la clase mirando a la pared.

Hoy en día cualquiera de esos castigos, merecidos la gran mayoría de veces porque una ha sido de no te menees, serían considerados seguramente una tortura física o en el caso del bocadillo un ejemplo claro de acoso. En cualquiera de los casos se trataría de hechos que de alguna manera podrían influir en el fracaso escolar. No es quiera quitarle importancia al tema porque en realidad me da pánico, pero sinceramente creo que nos estamos pasando, porque que yo sepa ninguno de los “castigos” de entonces, y han sido muchos, me ha generado trauma alguno.

Ahora el Ministerio de Educación ha decidido que los alumnos de secundaria no volverán a tener un cero al final de curso nunca más y que el mítico rosco de las notas será sustituido por un 1, 2, 3, ó 4 dependiendo del grado de estupidez que hayas puesto en los exámenes.

Aunque te pueda parecer absurdo, el argumento del Ministerio para este cambio tiene dos razones: en primer lugar porque creen que es imposible que el alumno acabe el año sin ningún conocimiento de la asignatura. ¡Hombre!, haberlos haylos ¿eh?. Y la segunda razón es porque el cero patatero tiene efectos psicológicos negativos para el estudiante. Ya estamos.¿Realmente vamos a abordar el fracaso escolar sustituyendo el cero patatero por un uno? A mi la medida me parece una solemne estupidez, porque si el cero hoy se considera “punitivo”, cuando se quite el “punitivo” pasará a ser el 1 y en unos añitos nos cargamos otro número más de las calificaciones. ¿Es que estamos tontos? Creo que estamos matando al mensajero y que alguien debería empezar a preocuparse más por averiguar qué es lo que hace que un alumno saque un cero, e intentar que eso no ocurra, o simplemente mejorar la enseñanza en vez de decidir eliminar el cero de la calificación.

Yo quiero reivindicar el derecho a sobrevivir del cero patatero. Es parte de nuestra historia de juventud, de nuestro currículum y de nuestro vocabulario cotidiano y además expresa perfectamente la realidad de las cosas. Lo que me preocupa es que si la medida del gobierno sigue adelante, dentro de poco lo eliminemos no sólo de la enseñanza sino definitivamente de nuestra vida. A ver cómo explicamos que la selección ha empatado el partido de final de la Eurocopa a casi uno o que nuestro coche se pone de 1 a 100 en casi un segundo o que eres un uno a la izquierda o que vas a empezar de uno o que has decidido raparte al casi uno.

Sólo acepto la medida si los intereses del banco por tus ahorros también dejan de ser cero patatero o pelotero. Pobre Brahmagupta, inventor del cero, estarás revolviéndote en tu tumba.

Marg

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