martes, 27 de marzo de 2007

Cambio Radical

La batalla por la audiencia está generando un cortocircuito de enormes dimensiones provocado por la lucha entre la ética y la moral que se demanda desde las autoridades competentes en sanidad y consumo, y los gustos por el morbo que cada vez son más extremos en los espectadores españoles, sobre todo para aquellos que disfrutan con los realities.

La verdad es que hoy en día las productoras que generan determinados programas de televisión no lo tienen nada fácil si quieren contentar a ambas partes. Y es que en esto de la tele pasa como con la comida, lo que es sano no es suficientemente apetitoso y lo que no mata, engorda.

Pues algo así ha pasado una vez más con el debut de otro reality. El pasado domingo se estrenó Cambio Radical, una adaptación del mismo programa americano, donde personas con grandes complejos a causa de su físico se ponen en manos de reconocidos especialistas para transformar su vida mediante un cambio de imagen radical a base de pasar el bisturí por el 90% de su cuerpo. Esta búsqueda de la felicidad tiene a los aspirantes a guapos dos meses recluidos de quirófano en quirófano mientras su familia, a la que no pueden ver para no desvelar la sorpresa final, se apaña como puede en su rutinaria vida.

La verdad es que el primer programa de Cambio Radical, que también vi por puro morbo y curiosidad, me dejó atónita. Las dos mujeres que “concursaban” fueron sometidas a una super operación en la que de un golpe les arreglaron nalgas, pecho, tripa, rodillas, pómulos, ojos, labios, para luego pasar por el dentista, el estilista, la maquilladora y la peluquera. ¿El cambio?, pues radical claro.

Y aquí está el cruce de cables que provocará el cortocircuito. Por una lado el programa del domingo que se emitió en horario de máxima audiencia alcanzó un 24,2% de 'share' y, por otro lado, y al día siguiente la presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, solicitaba la retirada del mismo porque “"trata de forma circense algo tan serio como son las intervenciones de cirugía estética, como si este tipo de intervenciones fueran sencillas y lúdicas, cuando la realidad es muy diferente”.

Parece ser que de momento, el próximo domingo, los que no hayáis visto el estreno de Cambio Radical tendréis una nueva oportunidad de comprobar cómo se consigue la felicidad a base de bisturí, porque la ministra Salgado ha pedido que "no se frivolice" con las intervenciones quirúrgicas de cirugía estética y ha señalado que "aunque no es tarea del Ministerio de Sanidad y Consumo retirar programas de televisión, de momento no hay ninguna razón que obligue a intervenir".

La ministra acaba diciendo que los organismos responsables y las sociedades científicas van a estar "atentos" a lo que suceda en dicho programa. Pues nosotros también señora ministra, estaremos bien atentos a ver quién gana finalmente la batalla del Cambio Radical. Yo apuesto por la audiencia, si ésta se mantiene en el 24% de share el próximo domingo.

Por cierto una curiosidad, las señoras ministra y presidenta de la Asociación Defensor del Paciente no deben estar abonadas al Canal Digital del grupo Prisa porque el programa original de Cambio Radical, el americano, se emite cada semana desde hace años en el canal People&Arts. O a lo mejor, es que en ese canal el cambio radical no perjudica.

Marg

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