Llego el día. Sí, ahora puedes redecorar tu body igual que redecorar tu vida. La campaña de publicidad tan acertada, lanzada hace unos años por Ikea, puede bien aprovecharse para otros fines más vistosos.
Lo último de lo último en estética parte de esos principios. Se trata de una técnica para inyectar tu propia grasa allí donde más la necesitas. Ya ves, al parecer el uso que actualmente se le está dando a esta nueva técnica de estética se ha centrado en el trasero, pero tiempo al tiempo para que llegue a formar parte de otras partes de tu bonito body.
Recordarás esas conversaciones, aparentemente tan banales, de “yo me quitaría de aquí pa ponerme allí” pues ya es una realidad. En EEUU, tan pioneros ellos en cosas de ese palo, está siendo un éxito; explícitamente lo llaman “relleno de nalgas brasileño” y, oh sorpresa, su mayor clientela procede de las latinas y afroamericanas. La explicación que dan los entendidos es que son ellas, en concreto, las que más se avergüenzan por tener un trasero pequeño y reclaman su “derecho” a parecerse a la JLo o Beyoncé.
Ahí queda eso. La llave del éxito se cifra en unos 15.000 dólares, por una operación de unas cuatro horas de duración y con una recuperación tan rápida que al día siguiente ya puedes sentarte en el metro, si encuentras sitio claro.
Así que ahora, párate a pensar 5 minutos de dónde te sacarás la grasa para poder lucir un tanga brasileño en toda regla. Puedes elegir de las caderas, el abdomen, las piernas…
Y lo mejor de lo mejor chica es que, por una vez, las rellenitas ganamos a las flacas en la carrera al body perfecto. Como lo oyes. Parece ser que este procedimiento es un gran avance respecto a la inyección de implantes de silicona, pero claro las pacientes muy delgadas y que no poseen suficiente grasa en el cuerpo no pueden aplicarse la novedosa técnica.
Un cirujano plástico americano, que se está haciendo de oro “redecorando” pero con grasa que no con muebles, afirma: “yo siempre le recuerdo a mis pacientes que el trasero perfecto no es necesariamente grande, sino con forma bonita, ya sea en forma de pera, melocotón o corazón".
Si será por grasa, ¿no?
Merx
Lo último de lo último en estética parte de esos principios. Se trata de una técnica para inyectar tu propia grasa allí donde más la necesitas. Ya ves, al parecer el uso que actualmente se le está dando a esta nueva técnica de estética se ha centrado en el trasero, pero tiempo al tiempo para que llegue a formar parte de otras partes de tu bonito body.
Recordarás esas conversaciones, aparentemente tan banales, de “yo me quitaría de aquí pa ponerme allí” pues ya es una realidad. En EEUU, tan pioneros ellos en cosas de ese palo, está siendo un éxito; explícitamente lo llaman “relleno de nalgas brasileño” y, oh sorpresa, su mayor clientela procede de las latinas y afroamericanas. La explicación que dan los entendidos es que son ellas, en concreto, las que más se avergüenzan por tener un trasero pequeño y reclaman su “derecho” a parecerse a la JLo o Beyoncé.
Ahí queda eso. La llave del éxito se cifra en unos 15.000 dólares, por una operación de unas cuatro horas de duración y con una recuperación tan rápida que al día siguiente ya puedes sentarte en el metro, si encuentras sitio claro.
Así que ahora, párate a pensar 5 minutos de dónde te sacarás la grasa para poder lucir un tanga brasileño en toda regla. Puedes elegir de las caderas, el abdomen, las piernas…
Y lo mejor de lo mejor chica es que, por una vez, las rellenitas ganamos a las flacas en la carrera al body perfecto. Como lo oyes. Parece ser que este procedimiento es un gran avance respecto a la inyección de implantes de silicona, pero claro las pacientes muy delgadas y que no poseen suficiente grasa en el cuerpo no pueden aplicarse la novedosa técnica.
Un cirujano plástico americano, que se está haciendo de oro “redecorando” pero con grasa que no con muebles, afirma: “yo siempre le recuerdo a mis pacientes que el trasero perfecto no es necesariamente grande, sino con forma bonita, ya sea en forma de pera, melocotón o corazón".
Si será por grasa, ¿no?
Merx
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