lunes, 12 de marzo de 2007

Malhumor juvenil

Bueno, lo cierto es que no deja de asombrarme la cantidad de cosas que grupos de científicos investigan por estos mundos de Dios. Sé que la investigación médica es básica para obtener una calidad de vida mejor, para curar y prevenir graves enfermedades y para poder avanzar en las ciencias de la salud.

Dicho todo esto, permíteme que hoy te cuente mi incredulidad al leer sobre una investigación realizada en EEUU sobre: el malhumor de los adolescentes.

Al parecer la “edad del pavo” está justificada por una hormona producida por el organismo, por lo que no está tan desencaminada esa descripción de “hormonas con patas” con la que se describe a los adolescentes. Según esta investigación, nuestro organismo produce una hormona en respuesta al estrés y que, aunque habitualmente sirve para calmar a niños pequeños y adultos, aumenta la ansiedad en los adolescentes.

Pues sí el estudio, que afirma que el malhumor de los adolescentes es por culpa de la hormona en cuestión, lo realizaron con ratones femeninos centrándose en la hormona THP. Espero que al leer esto te hayas hecho la misma pregunta que yo, y es ¿porqué en ratones femeninos?. ¿será por nuestra carga hormonal? ¿o será quizá que tenemos fama de histéricas?. A mi esta parte de la investigación no me ha gustado nada nada..

Pero continuemos. Las pruebas realizadas consistían en introducir a los ratoncitos en cuestión dentro de un envase apenas más grande que sus cuerpos (según los investigadores algo similar a lo que podría ser una experiencia claustrofóbica) durante 45 minutos. Transcurridos 20 minutos de la “experiencia” tanto los ratones pequeños como los adultos mostraron menos ansiedad que los roedores en “plena pubertad”.

En fin mi conclusión, totalmente profana en la materia y lo más alejada a datos científicos que pueda haber, es otra. Lo que sintieron los ratones pequeños es que el juego molaba; los adultos que la palmaban fijo y así se libraban de sabe dios cuántos experimentos más; y, los estresados adolescentes que todo era una gran putada.

Y es que, chica, adolescentes hemos sido todos; con más mala hostia unos y con más tontería otros, no sé si a causa de las hormonas o porque es lo que toca (algunos no lo pasan en su momento y cuando cumplen los 40 están en plena pubertad…)… Así que, señores científicos, dejen a los pobres ratoncitos en paz.

Merx

2 comentarios:

Anónimo dijo...

También me sorprende a mí que sólo escogieran ratones hembra. Habría que preguntarse qué pretendían demostrar esos científicos (hombres, sin duda): tal vez que los desarreglos hormonales son más frecuentes y tienen más visibles consecuencias en las féminas que en los másculos. De hecho, ellos, al no ser objeto de la maldición bíblica de "parirás con dolor", no saben lo que es ovular, ni menstruar, ni levantarse con ganas de llorar o de patear al portero porque no nos da los buenos días; no saben ellos lo que es soportar la publicidad en la que creativos masculinos intentan convecernos de que teniendo la regla una es más feliz, más libre, más mujer (como si fuera un cargo o una profesión o el tono del bronceado). De hecho, ellas al no tener que alardear de su hombría como piden la mayoría de las mujeres (icluso las que no lo piden), no saben lo que es tener que retrasar sus eyaculaciones hasta el dolor, representar con credibilidad el papel de héroe hasta para colarse en la cola del súper, controlar las erecciones cuando en la playa nos pasan por delante unos pechos soberbios, y aguantar a las mujeres cuando las hormonas las poseen, hormonas adolescentes, cuarentonas o menopáusicas, porque las hay de todas las edades. A ellas les toca conformarse con las suerte que les ha tocado, a ellos también. Y a todos y todas, entenderse y disfrutarse en la diferencia. Ahora sólo queda meter a los científicos en esa caja y ver qué pasa. Sería interesante.

Anónimo dijo...

A mí me hace gracia porque todo en esta vida al final es por culpa de una hormona, de tenerla o de no tenerla! Vale y ahora que saben que es por una hormona, piensan hacer algo? Es que siempre pasa igual. Llegan a deducir que es un gen, una hormona qué más nos da a los que no tenemos ni idea. Lo que nos interesa es saber si esa hormona es domesticable, como el ratoncito que meten en la jaula. Ahora ya estoy más tranquila sabiendo que en pocos años cuando mis hijos entren en esa maravillosa edad todo será por culpa de una hormona...

 

© 2008 - diseñado por doxs | templates - todos los derechos reservados