Estoy en una etapa “vital” en la que tengo tiempo para investigar en las escuelas de negocios y ver qué tipo de cursos podrían completar mi formación y experiencia laboral.
Así que puedo hablarte de numerosos cursos y seminarios on-line o presenciales sobre una amplia gama de profesiones y especialidades. Entre todos estos existen los que podríamos llamar “genéricos” y que, en la actualidad, son lo más novedoso del mercado.
Hoy he descubierto uno que imparte la Escuela de Negocios IDE-CESEM junto con la web Socialnet especializada en “coaching” y gestión del estrés. Se trata de un seminario, según sus palabras, para identificar cuándo el desafío se convierte en estrés para el directivo y esta enmarcado en un programa global desarrollado por IDE-CESEM en materia de conciliación de vida laboral y personal.
¡Qué me dices!, ahora resulta que los problemas de conciliación laboral y familiar están vinculados al estrés laboral. Así si tú sabes controlar tus desafíos laborales, y evitas que te arrastren al tenebroso mundo del estrés, ya tienes solucionado quién recoge a los niños en el cole y quién los lleva a inglés.
¿Fácil no? . El seminario, además, aporta pautas para entrar en la "resiliencia", es decir, "que el directivo tenga capacidad para resistir infortunios y a parte de superarlos, salga fortalecido". No sé yo qué debemos entender por infortunios, la verdad, pero continúan añadiendo a toda esta sabiduría que hay que evitar los pensamientos “tóxicos” y quedarnos con la actitud positiva para dominar nuestros miedos y las situaciones extremas.
Conclusión: Nada de pensamientos negativos sobre tus jefes o sobre el trepa de la mesa de al lado (eso intoxica); deberás ir sacando pecho y aplicar la sabiduría popular de “a las penas puñalás”; date un buen bañito de resilencia (leer antes las contraindicaciones).
Si aplicas todas estas indicaciones serás de los pocos que, en este país, sabrá cómo se concilia la vida laboral y familiar. Y, lo mejor, saldrás fortalecido.
En fin. Yo sigo diciendo que menos manuales de psicología y más acción. Ya sabes, un buen saco de boxeo en la sala de descanso de la oficina y a liberar tensión.
Eso sí, no podrás ponerle foto porque recuerda: nada de pensamientos tóxicos.
Merx
Merx
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