En la facultad, cuando nos preparaban para saltar al mundo de la comunicación, impartían una asignatura denominada “propaganda política”. La verdad es que era algo interesante, que te daba unas nociones básicas de las diferencias entre ejercer tu profesión en el entorno político o en cualquier otro entorno profesional.
Aunque debo reconocer que poco recuerdo de aquellas clases, excepto claro está lo buenorro que estaba el profe, lo cierto es que unas nociones básicas sí quedan en mi cabecita. Supongo que, por este motivo, en múltiples ocasiones me encuentro compadeciéndome de los pobres jefes de prensa que tienen algunos políticos de este país y, cómo no, de sus infelices asesores de imagen.
Hoy aparece en la prensa un artículo referente a la “enquistada” lucha política sobre el agua. El cambio climático, con sus sequías selectivas, así como los cambios demográficos sufridos en nuestro país, no han hecho sino agravar una situación ya de por sí difícil.
Según nuestro presidente “todas las comunidades autónomas tendrán agua suficiente” rechazando que los ríos puedan estar “blindados “ en los Estatutos de Autonomía. Además, añadía, el agua no debe utilizarse para desarrollar una “política de crispación”. Acompañando la noticia aparece una foto del presidente y un grupo de políticos bebiendo agua desalada, sin etiqueta de autonomía claro está.
En ese mismo acto, el presidente de Murcia insistía en retomar el tema del trasvase del Ebro y defendía un boicot a las desaladoras. Ahí ya me pierdo, porque entonces de qué se trata ¿de tener agua o simplemente de quitársela al vecino? No obstante, y supongo que siguiendo las instrucciones de su asesor de comunicación, el presidente autonómico en cuestión posa para la foto bebiendo esa agua desalada..
Aunque debo reconocer que poco recuerdo de aquellas clases, excepto claro está lo buenorro que estaba el profe, lo cierto es que unas nociones básicas sí quedan en mi cabecita. Supongo que, por este motivo, en múltiples ocasiones me encuentro compadeciéndome de los pobres jefes de prensa que tienen algunos políticos de este país y, cómo no, de sus infelices asesores de imagen.
Hoy aparece en la prensa un artículo referente a la “enquistada” lucha política sobre el agua. El cambio climático, con sus sequías selectivas, así como los cambios demográficos sufridos en nuestro país, no han hecho sino agravar una situación ya de por sí difícil.
Según nuestro presidente “todas las comunidades autónomas tendrán agua suficiente” rechazando que los ríos puedan estar “blindados “ en los Estatutos de Autonomía. Además, añadía, el agua no debe utilizarse para desarrollar una “política de crispación”. Acompañando la noticia aparece una foto del presidente y un grupo de políticos bebiendo agua desalada, sin etiqueta de autonomía claro está.
En ese mismo acto, el presidente de Murcia insistía en retomar el tema del trasvase del Ebro y defendía un boicot a las desaladoras. Ahí ya me pierdo, porque entonces de qué se trata ¿de tener agua o simplemente de quitársela al vecino? No obstante, y supongo que siguiendo las instrucciones de su asesor de comunicación, el presidente autonómico en cuestión posa para la foto bebiendo esa agua desalada..
Merx
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