jueves, 22 de marzo de 2007

Experiencias

Acabo de tener un momento de esos de escalofrío al leer una sinopsis de la intervención de Roberto Canessa en el I Congreso Internacional de Comunicación Corporativa celebrado en Salamanca.

Canessa es uno de los dieciséis supervivientes del accidente aéreo ocurrido en los Andes. Ya sabes, el trágico accidente que inspiro la película y novela “Viven”. Lo cierto es que el relato es estremecedor, tan duro que hasta es difícil imaginar los momentos vividos por los pasajeros que viajaban a bordo del avión. Una experiencia que Canessa vivió con 19 años y que le permite hoy recorrer el mundo como consultor empresarial.

Aquí empieza mi escalofrío. He de reconocer que siento un especial rechazo por los “gurus” de cualquier índole y condición pero especialmente por los que se dedican a “iluminar” a directivos de empresas. Mis compañeros y yo hemos sufrido a más de uno y, he de decirte , en muchas ocasiones sientes algo parecido a la envidia al pensar que a ese pavo le van a soltar un montón de dinero por decir cuatro sandeces, adornadas eso sí.

En el caso de Canessa la experiencia relatada ya es lo suficientemente interesante como para acudir a la conferencia, llámalo morbo o llámalo curiosidad por conocer la historia de primera mano. Mi sorpresa, no diría yo positiva, es ver cómo crea un paralelismo entre el accidente y la vida empresarial.

Sí querida, volvemos a conceptos como “el trabajo en equipo”, “el sacrificio en beneficio del grupo”, la “clave del éxito es trabajar conjuntamente para alcanzar el mismo objetivo”,”liderazgo en acción” o la “parálisis por el análisis” .

Son principios empresariales que utiliza cualquier gurú del momento pero que, lo reconozco, en boca de un superviviente de una experiencia como ésta debe impactar muchísimo. Los asistentes, Directores de Comunicación de importantes sectores, por una vez habrán escuchado los mensajes que utilizan todos los días en su trabajo desde una experiencia realmente impresionante.

Te dejo con un mensaje de Canessa, especialmente enriquecedor no para el mundo empresarial sino para la vida en general: “se nos puede caer el avión en cualquier momento, y cada uno tenemos una cordillera propia que atravesar. La clave no es saber dónde estará la cumbre, sino sólo saber que puedo caminar".

Inyección de optimismo. El secreto del éxito, personal eso sí.


Merx

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