Se apaga la luz. Sí, parece que los días de la bombilla están llegando a su fin. Ahora resulta que varios estados americanos están buscando la manera de prohibir su uso y colocan el 2016 como el año del fin de sus días.
Que no digo yo que las propuestas que presentan no sean mejores que la bombilla a punto de jubilar; es cierto que la ciencia avanza y hemos de modernizarnos aunque para ello debamos empezar a eliminar la bombilla como metáfora de “se me ocurrió algo” o de una tremenda calva.
Continuo. Han comenzado por “concienciar” a la población americana de los males y horrores del maravilloso invento de Thomas Edison, que ha alumbrado nuestros días desde hace más de un siglo. Sus argumentos van desde el ahorro económico con las nuevas propuestas,” más caras ahora pero menos factura de la luz”, hasta el ahorro energético que aluden como muy necesario en esos estados.
Que no digo yo que las propuestas que presentan no sean mejores que la bombilla a punto de jubilar; es cierto que la ciencia avanza y hemos de modernizarnos aunque para ello debamos empezar a eliminar la bombilla como metáfora de “se me ocurrió algo” o de una tremenda calva.
Continuo. Han comenzado por “concienciar” a la población americana de los males y horrores del maravilloso invento de Thomas Edison, que ha alumbrado nuestros días desde hace más de un siglo. Sus argumentos van desde el ahorro económico con las nuevas propuestas,” más caras ahora pero menos factura de la luz”, hasta el ahorro energético que aluden como muy necesario en esos estados.
No me lo trago, que quieres. Por un lado están intentando retirar de la circulación al artilugio de marras, proponiendo incluso multas por la venta o compra de las pobres bombillas e incluso poniendo en marcha nuevas leyes para prohibir su uso. Pero, por otro lado, en la última reunión de los ministros de Medio Ambiente de los G8, EEUU se desmarca de las buenas intenciones del resto en lo que a protección ecológica se refiere.
Supongo que es una muestra más de la llamada doble moral, tan común en la cultura americana (y en muchas ocasiones en la nuestra). El país de las libertades es quizás el que más oprime a sus ciudadanos de múltiples y sutiles maneras, el que posee un presidente que considera que el mundo está a sus pies y puede pisotearlo cuantas veces quiera.
Soy consciente, no obstante, que hay muchos americanos que no cumplen este perfil, que intentan rebelarse contra ese “lado oscuro” y que precisamente estos días toman las calles del país para hacer oir su voz contra la "situación" de Irak.
Espero que esas personas logren hacerse escuchar también contra el apagón de la bombilla. Por lo menos hasta que EEUU reconozca que lo del medio ambiente es serio y que no se soluciona desenroscando la bombilla.
Merx
0 comentarios:
Publicar un comentario