Jamón tres delicias Publicado por Mujeres

Ahora resulta que los chinos que son muy listos, a pesar de esa carita suspicaz siempre entrecerrando los ojos, han descubierto las bondades del jamón ibérico.

En una reunión mantenida, con motivo del viaje de los reyes al país asiático, entre nuestro ministro de asuntos exteriores y el suyo han llegado a un acuerdo. Así, China levantará las restricciones a determinados productos españoles. Entre estos productos está el cerdo, y el manjar por excelencia: el jamón.

No entiendo muy bien tantas restricciones en un país del todo sospechoso en cuanto a carne se refiere, ya sabes eso de que es todo tan pequeñito y tan cortadito que no sabes distinguir de qué animal proviene el chop suey.

En fin, que como además están en pleno año del Cerdo Dorado en el calendario chino qué mejor homenaje que empezar a incorporar en su dieta el delicioso jamón. Pero como todo tiene su ying y su yang, como bien dicen ellos, ahora que los chinos empiezan a comer jamón dejarán de hacerlo muchos españoles.

Porque claro si nos paramos a pensar en el montón de chinos que hay en China, muchos muchos, como que no salen las cuentas para producir tanto jamón. Está claro que el ciclo de engorde de los cerdos pueden variarlo, primera estrategia para incrementar la producción, pero ¿y el precio?.

Ante las preguntas al respecto, que como es evidente no me he planteado sólo yo, el presidente de la CEOE indicó que este acuerdo “acarreará un aumento de precio para el consumidor español pero también efectos positivos para el sector”, añadiendo un sentencioso “tenemos que pasar por ello”.

Pero no creas que ahí se paró. Siguió su argumento comparando el caso del jamón con el incremento de precio de la gasolina, declarando “¿nos sube un poquito el jamón? Pues habrá que comer un poco menos de jamón”. Ya ves que esa expresión de "qué tiene que ver el tocino con la velocidad" era una predicción de futuro, y son perfectamente comparables según el presidente de la CEOE.

Así que ves pensando una buena alternativa al “pà amb tomaquet i pernil” y a los taquitos de jamón con la cerveza. A lo mejor, por eso de intercambiar costumbres y equilibrar el bolsillo, deberemos acostumbrarnos a la cerveza con un rollito de primavera.

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