martes, 26 de junio de 2007

Cuando entras en la publicidad, ella entra en ti...

Está visto que ni operaciones triunfo, ni mira como canto, ni pequeños grandes músicos, ni por supuesto las galas, las giras, y los escándalos montados a propósito por determinados músicos, son capaces ya, no sólo de aumentar la venta de discos sino ni siquiera de conseguir que algunas de las composiciones de los artistas se conviertan en la canción del verano, del invierno o del entretiempo.

Pero parece ser que algunos músicos han encontrado una especie de filón para dar a conocer sus creaciones a través de las campañas de publicidad de los grandes anunciantes. Al menos esto, es lo que ahora está de moda y a debate, y lo que en poco tiempo se convertirá en aquello de “dime en qué anuncios tienes tu música y te diré lo que vales”.

Pero la polémica en sí, no está tanto en el hecho de ponerle tu música a los anuncios, como llevan haciendo desde hace unas cuantas décadas músicos de todos los estilos como Undrop, Deviot, Simple Minds, Mecano, James Brown, Joel Ramone, y una larga lista que han revivido sus grandes éxitos de ventas a través de la publicidad.

Ahora la historia se las trae. El tema no está en vender tus grandes éxitos a las grandes marcas, sino producir discos exclusivamente para venderlos a las marcas. Un pequeño matiz, con importancia, que ha levantado un gran revuelo en el panorama musical. La polémica la ha servido el grupo Wilco, la banda que lidera el carismático Jeff Tweedy, al decidir vender la mitad de las canciones de su último álbum a la compañía alemana Wolkswagen, que utilizará las seis canciones para otros tantos anuncios de su nueva campaña de coches que tiene como slogan “Cuando entras en un Volskwagen, él entra en ti”.

Con esta decisión, aunque consensuada por todos los componentes del grupo, que creen que “es una manera más de que nuestra música suene”, muchos de sus fans, y la crítica de las revistas musicales se han mostrado en total desacuerdo.

Ahora solo falta unir a este intenso debate el sentir de aquellos músicos como Neil Young, Tom Waits, o el mismísimo Bruce Springsteen que siempre se han opuesto a que sus temas se usaran para este fin. El Boss, rechazó una oferta millonaria del presidente de Chrysler, quien le ofreció 12 millones de dólares para utilizar el estribillo de “Born in the U.S.A” en uno de sus anuncios, entrando así en el libro Guiness de los records por haber rechazado la cantidad de dinero más alta por una colaboración de este tipo.

Y es que la relación entre la música y la publicidad siempre ha sido motivo de polémica, entre los más "moldeables" a los nuevos tiempos y que defienden la libertad de los músicos para ceder sus canciones y abrir así otra vía de negocio, y los más “puros”, que creen que es un modo de subyugarse y rebajarse ante la todopoderosa industria publicitaria.

Yo soy de las que creen que la gente tiene que indagar nuevos caminos para prosperar, y si éste es uno de ellos para que la música se conozca y se venda, pues bienvenido sea.

Claro que el riesgo de esta nueva vía musical está en el gusto de quién elija al grupo. Fíjate si no, lo que le pasa a Renault con su terrible anuncio, es mi opinión por supuesto, del modelo Megane y la espantosa versión de “la historia interminable”. Pues ahí donde la ves, es la canción más descargada de la red y la que ha conseguido todos los puntos para convertirse en la canción del verano, o por lo menos esa es una de las noticias que he oído en el informativo de esta noche.

Ya se verá qué pasa cuando los músicos entren de lleno en la publicidad, y las marcas que invierten en publicidad entren en la música. Espero que alguien les inspire el gusto, porque ésta puede ser sin lugar a dudas una nueva vía para la producción musical, pero no necesariamente para la buena música.

Marg

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