martes, 5 de junio de 2007

Destruye las pruebas

Uno no se da cuenta pero a lo largo de su vida va dejando múltiples pistas de su historia. Vale que, en la mayoría de los casos, tu paso por la vida será insignificante para la mayoría de los mortales pero, como el azar existe, debes recordar que quizá por algún motivo, más o menos digno, tu nombre pasará a engrosar la historia de la humanidad.

Algunos muy avispados están sacando jugo a este hurgar en la historia de la gente; vemos así la serie de “documentos de investigación”, que dicen ellos se llama, de Telecinco “Hormigas blancas”. Rebuscando en las hemerotecas y echando mano de amigos de ex amigos, están sacando a la luz “historias” de una buena cantidad de personajes públicos. Historias, que por otra parte, ellos hubieran deseado borrar de su historia.

Pero podríamos decir que esto son minucias si lo comparamos con el “jugo” que las casas de subastas sacan de los documentos u objetos históricos. Y no siempre son objetos o documentos que “encajan” con la idea de la personalidad del personaje en cuestión que tenemos en mente.

Hoy veo que una de las salas expertas en este tipo de cosas, Christie’s en Londres, sacará a subasta el próximo mes de julio una colección de cartas de importantes personajes de la historia. Desde nuestro Federico Garcia Lorca, pasando por James Joyce, Mahatma Ganhdi, Wiston Churchill y de Napoleón Bonaparte a su amada Josefina.

Ya ves. El ambicioso Napoleón que quiso pasar a la historia por su carácter déspota y por su afán de conquista, nos será presentado ahora como un tierno enamorado que enviaba cartas de amor apasionadas con frases como “te envío tres besos: uno a tu corazón, otro a tu boca y otro a tus ojos” llena de tachones porque en esa época lo del tipex aún no había llegado.

Dicen los historiadores que el amor de Napoleón por Josefina era fruto del interés por su fortuna, pero qué quieres queda muy tierno este “desnudar el alma” entre cañonazo y cañonazo.

Yo, que no creo que mi persona vaya a pasar a la historia pública ya que con mucho me conformaré si se queda en la memoria de los mios, voy a tomar precauciones a partir de ahora y destruiré las pruebas de todo aquello que pudiera dañar la imagen que quiero vender al mundo.

No vaya a ser, que sin saber cómo ni porqué, un día pretendan subastar uno de mis sms en Christie’s. Y encima sin acentos y con faltas de ortografía.

Merx

0 comentarios:

 

© 2008 - diseñado por doxs | templates - todos los derechos reservados