Transparencia Publicado por Mujeres

Por primera vez en mi vida, o por lo menos no recuerdo otra, veo publicada en la prensa la “cuenta de resultados” de la Iglesia. Bueno, en realidad de la que corresponde a la Diócesis de Santiago de Compostela.

El ecónomo diocesano, el secretario de Asuntos económicos y el contable, es decir los “directivos” de la misma, presentaron en rueda de prensa los presupuestos previstos para el 2007 que ascienden a casi 32 millones y medio de euros. Una cantidad nada despreciable ¿no?.

La organización de esta rueda de prensa así como la presentación, por primera vez, de las “arcas de la iglesia” persigue, según palabras del ecónomo diocesano (que aunque soy una completa ignorante en estas jerarquías entiendo que es el que más manda), a una "política de transparencia" por parte de la Institución para "dar a conocer la actividad" eclesiástica y "encaminar a la Iglesia hacia la autosuficiencia".

Como podrás comprobar se han sumado a la moda empresarial de vender “transparencia”, cosa que no critico ni muchísimo menos, pero que no deja de sorprenderme sobremanera. Es más, en la presentación a los medios de comunicación dieron detalles de los destinos del presupuesto mencionado; así nos cuentan que casi el 58% del total irá encaminado a Gastos Ordinarios, que abarca desde actividades pastorales, retribución del clero o conservación de edificios.

Me ha hecho gracia, de la de reír, que hayan comparado sus presupuestos “per cápita” de los habitantes de Santiago con los del Ayuntamiento. No creo que puedan establecer una comparación real ya que, digamos, no sé si tendrán la certeza de que todos sean “sus clientes” (por utilizar términos empresariales) ¿noo?

Para acabar, facilitaron datos de las nuevas inversiones en iglesias así como el sueldo medio de un párroco que equivale a 570 euros. También tienen un plus de “productividad” (perdón, esto ha sido una maldad) de 7 euros por misa diaria.

Espero que nadie se sienta ofendido por mis palabras, nada más lejos de mi intención, sólo quería compartir contigo mi sorpresa ante esta “nueva Iglesia”; en realidad ha reafirmado mi creencia de que funcionan como una empresa privada en la mayoría de sus aspectos económicos.

Quizás, en un futuro, podamos ver en la prensa más detalles de “transparencia” por parte del clero. Sólo quizás.

Merx