¿No te has preguntado nunca que toman los Rolling Stones para poder seguir dando saltos en los escenarios de todo el mundo a sus sesenta y muchos años? Yo he oído en infinidad de ocasiones las más estrambóticas fórmulas empleadas por los integrantes del incombustible grupo para mantenerse al pie del cañón, desde transfusiones de sangre mensuales a mezclas imposibles de drogas.
Algo hay para que hasta en los casos más extremos, como cuando Keith Richards de 63 años se cayó el año pasado de un árbol y estuvo gravísimo hasta ser operado de un coágulo en el cerebro, los inmortales de los Rollings reaparezcan de nuevo como si nada hubiera pasado.
Espero no estar presenciando el secreto que guarda la pócima de la inmortalidad. En una entrevista concedida por Richards a la revista británica de música juvenil NME, el guitarrista de los Rollings, con su particular estilo, aborda el tema de las drogas y confiesa que la cosa más rara que se ha intentado esnifar durante una juerga fue a su padre. “Él fue incinerado y no pude resistir hacerme un tirito con él. A mi padre no le habría molestado, no le importaba una mierda”.
Richards afirma igualmente en la entrevista sentirse muy disgustado por haber aparecido en la lista de personajes con más posibilidades de morirse en los próximos 10 años y en un tono desafiante asegura haber asistido al funeral de un médico que le pronosticó seis meses de vida.
A pesar del aspecto y la locura que emana de las palabras de Richards en esta entrevista, por no decir que da la impresión de estar totalmente colocado, su recomendación es que no se tomen drogas y sobre todo que la gente que las toma “no crea que es un modo de vida”. Afortunadamente la experiencia de esnifarse a su padre no debió parecerle muy satisfactoria porque entre la sarta de barbaridades que llegan a salir de su boca, no acaba recomendándola.
Qué peso me he quitado de encima, al principio de la entrevista pensé que se trataba del secreto para conseguir la inmortalidad. La pócima mágica que hace incombustibles a los Rolling sigue sin desvelarse.
Marg
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