lunes, 9 de abril de 2007

Audítate, no te divorcies

No sé yo qué pensarás tú sobre los famosos libros de autoayuda. Yo personalmente estoy convencida de que su éxito viene marcado por esa necesidad que tenemos las personas de reconocer en otros nuestros problemas. Parece, para algunos, que si otro está viviendo la misma situación que tú, aunque sea igual de desastrosa, de repente la tuya te parece más llevadera.
Yo, hasta la fecha, he de confesar que no comulgo con esta nueva doctrina. Sigo apostando por el café o la cervecita, depende de cómo esté el ánimo, con una amiga o un amigo para soltarle el rollo del momento. Ya sabes, eso de “no tienes ni idea de lo mal que lo estoy pasando” o “ni te imaginas la putada que me ha hecho esta mañana el vecino del quinto” o miles de situaciones más.

Hoy leo que un nuevo libro, que podríamos encuadrar en este género en auge, se publica estos días en Estados Unidos. El autor, Michael French, da una serie de pautas sobre cómo superar el desencanto, la desidia, el aburrimiento y todas esas cosas negativas que de repente aparecen en los matrimonios (aunque él no lo dice yo lo haría extensivo a las parejas de hecho).

French afirma que para que un matrimonio sea feliz y duradero debe hacerse “una auditoría anual”. Qué, ¿Cómo te has quedado? ¡Nada menos que una auditoria!. Ahí encontramos mi primera discrepancia: no celebrarían nunca el segundo aniversario. Él argumenta que debe hacerse para poder rectificar a tiempo, detectar el fraude (perdón, se me han escapado los términos auditores) y poner medidas para tapar el agujero (lo siento, ¡otra vez!).

Además, el libro ayuda también a tener claro quién es el culpable. En serio. El libro en cuestión se llama "Why Men Fall Out of Love: What Every Woman Needs to Understand" (en inglés, "¿Por qué los hombres se desenamoran: Lo que toda mujer debería saber"). Ahí esta, la culpa es de ella. Como lo oyes, porque si ella no sabe lo que debería saber es cuando el matrimonio no es feliz.

Para corroborar esta conclusión supercientífica, French entrevistó a 50 hombres (montón eh?) que necesitaban una auditoría rápidamente, porque se habían saltado a la torera la recomendación de efectuarla cada año. Así pudo comprobar que el “hilo común” era que sentían un gran descontento e inquietud (¿?).

Como la auditoria lo disecciona todo TODO, también halló cuatro “destructores” de cualquier relación: la pérdida de intimidad, una búsqueda de validación, un impulso a la perfección y una falta de atracción.

Susto, ¿eh? Pues falta Miedo: "Las mujeres parecen pensar que los hombres son de alguna forma autosuficientes emocionalmente. Esto es una equivocación", dijo French.

Así que, mi conclusión, el libro no sé para quién rayos está escrito. Sí para los hombres que tienen ese hilo en común y no saben qué puntadas tienen que dar para intentar hilvanar sus ideas o para las mujeres que se han creído que superman existe.

Porque, chicas, no existe.


Merx

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