Como alguien no le eche el freno a la ministra de Sanidad y Consumo estamos perdidos. Primero el tabaco, luego la anorexia, luego las hamburguesas, luego la bulimia, luego el vino y ahora las drogas. Uff, qué maquina de mujer.
Y que conste que a mí, todo lo que se haga por apartar a los jóvenes del oscuro mundo de la droga me parece plausible, pero ese “todo” a veces tiene un límite. Ahora la nueva cruzada de la ministra tiene como objetivo las letras de las canciones, sobre todo de aquellas que de algún modo inciten al consumo de drogas entre quienes las escuchen.
Lo que oyes, Elena Salgado ha anunciado ante la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas que su ministerio "está diseñando" programas específicos "para cambiar la percepción sobre las drogas que se da a través de los medios de comunicación --tanto en información como en entretenimiento-- e incluso en las letras de las canciones y los entornos en las que se difunden".
Ahora que ya fumo en el lavadero de mi casa para que no me vea nadie, que como más sano que nunca sin probar las hamburguesas, que hago deporte, y que he dejado el vino por si acaso me pilla la ministra, resulta que Salgado nos ha vuelto a coger desprevenidos y es capaz de prohibirnos también que escuchemos según qué canciones de Bob Marley o de Eric Clapton o incluso de Lou Red, porque a lo mejor, tras 40 años sin probar las drogas, ahora nos incitan a su consumo. Desde luego, mi admirado Bob Marley debe estar inquieto en su tumba.
Y pensando en los grupos nacionales de las nuevas generaciones, esos que escuchan y adoran nuestros hijos adolescentes, y que versionan la dura y cruel realidad en la que vivimos, entonces que los destierren a todos, y que la ministra haga algo por recuperar en versión discoteca o rapp alguna de aquellas canciones “sanas” de toda la vida. Que para eso están los revivals.
Esto de cambiar la percepción que se da de las drogas en las letras de las canciones es muy subjetivo, sobretodo en el momento de elegir cuáles son las letras que incitan a su consumo y cuales no. Porque todo dependerá del color con que se mire, y no parece que la ministra tenga una gama muy amplia.
Pero el zafarrancho que Salgado quiere organizar también afectará a la decoración de los locales, algunos dicen que se difundirán recomendaciones a los locales con música para que se conciencien de que también la decoración y el entorno despiertan ganas insanas.
Claro que tras tanto prohibir no estaría mal practicar aunque sea un pelín con el ejemplo. En este sentido los grupos de la oposición le pidieron a la ministra un poquito de coherencia, recordándole que una presentadora de la televisión pública RTVE, Cayetana Guillen Cuervo, apareció en su programa de entretenimiento fumándose un porro en directo. La respuesta de Salgado es que se trató de una simulación. ¿Entiendes ahora lo de la gama de colores?
Avisados estamos. Ha llegado el momento en que triunfar en la música y darle esquinazo a la censura de la ministra, es todo un reto. Las fuentes de inspiración deben salir de la vida sana, si no, no valen. O sea, que prepárate para escuchar cualquier atrocidad llevada a cabo con las lechugas, los tomates o la dieta mediterránea, sólo hasta que Salgado se ponga en contra.
A lo mejor esta afición por prohibir es algo pasajero que tiene la Ministra, pero por si acaso, que alguien la pare por favor.
Marg