viernes, 26 de octubre de 2007

Le odio


No sabría decirte en qué momento empecé a odiarlo. Al principio nuestra relación era fantástica, confiaba plenamente en él y todo lo que me ofrecía era suficiente para mí.

Pero esa etapa acabó. Podrás pensar que estoy hablándote de un ex venido a menos, pero en realidad la historia es mucho más trágica. Hablo de mi móvil.

Le odio. No sé si este cambio en mis sentimientos es producto del otoño, ya sabes que dicen que los biorritmos están al mínimo y nos volvemos irascibles, o simplemente que me he cansado de él.

Me molesta esa facilidad para desanimarme, cuando no me llama quien quiero que lo haga, y me saca de quicio cuando al oír el sonido de “tienes un mensaje nuevo” voy rauda y veloz y el mensaje en cuestión es de publicidad, o de tu madre o de alguien que es amigo de un amigo de un amigo y te envía el “pásalo” de turno. Y mucho más aún ese control que los demás tienen sobre si estás, si no estás, si tienes cobertura…Ya sé, ya sé que puedes no coger la llamada pero entonces tienes esa luz incordiante parpadeando de ”tienes una llamada perdida”.

En fin. Que hoy he llegado al límite y he hecho algo que no hacía desde que llegó a mi vida. Lo he apagado voluntariamente. Lo que oyes, sin necesidad de hacerlo porque estuviera en el cine, o en un concierto o subiendo a un avión. Con unas simples palabras al estilo “estoy harta de ti”, ya ves qué tonteria hablarle a un trozo de plático, lo he apagado. Y punto.

Pero, lamentablemente, creo que me ha creado una especie de adicción. No podía parar de pensar cuántas llamadas o mensajes no estaría atendiendo. Me he obligado a guardar abstinencia y he aguantado 3 horas. Poco, sí lo sé, pero mañana intentaré estar una hora más como hace quien se desengancha de cualquier tipo de adicción.

Lo peor, querida, es que ya ni recuerdo cómo era mi vida sin él. Es grave, ¿no crees?
Merx

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí que lo parece ...

Pues yo no he conseguido integrarlo en mi vida de ninguna manera, o no lo oigo o se me ha acabado la batería ... o lo puse en silencio en alguna ocasión y no me he acordado de volver a poner el timbre ... miles de historias.

Yo lo uso más que nada de despertador,jajaja.

Anónimo dijo...

Yo tuve un tiempo de adicción, lo miraba y esperaba que parpadeara con la llamada de una persona, solo quería que llamara una persona. Poco a poco fui dejandolo de lado y ahora lo suelo llevar, pero casi nunca lo oigo. Si me lo dejo sin batería, sin problemas, si no lo oigo, sin problemas. Ahora no es importante

Anónimo dijo...

La persona o el celular?... je je je

 

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