lunes, 8 de octubre de 2007

El espía del carro

No sé hasta que punto están dando resultados las continuas estrategias llevadas a cabo para luchar contra la obesidad porque, por lo menos en nuestro país, cada día se venden más chuches, más bollos, más tiendas y productos milagrosos contra el michelín y, sin embargo, cada vez se ven más niños rollizos y más personas en constante estado de dieta, en una tregua sin fin contra esos flotadores resultado de las famosas tapitas del bar.

El caso es que, a pesar de alertarnos continuamente sobre qué es lo que nos engorda y el consejo inútil que nos dan de leer las etiquetas de los productos, no debe ser suficiente. Así es que los expertos en tecnología han diseñado un carrito inteligente que nos alertará cuando echemos en éste algún producto de esos que matan o engordan.

El carrito lleva incorporada una pantalla interactiva en la que los códigos de barras de esos productos, una vez escaneados, activarán una luz roja de aviso, y en un futuro no muy lejano, nos informarán de los componentes nutritivos del producto, del país de origen del mismo y de la posibilidad de reciclaje del envase utilizado.

Además, si eres de los que colecciona tarjetas de esas de fidelidad, para que vuelvas siempre al mismo sitio a comprar y a acumular puntos a cambio de inútiles regalos, sólo con introducir la tarjeta, el carrito sabrá si eres aquel soltero al que no quiere nadie, si eres aquella loca que va cada dos días al súper en busca de ofertas chollo, o si eres la que llena el carrito hasta los topes y te pasas 40 minutos en la caja agotando a la pobre cajera.

Pero eso no es todo, como el cacharrito de marras guarda información sobre tus anteriores visitas, te dirigirá automáticamente y según tus gustos y necesidades, a las estanterías donde se encuentren tus productos y te informará de las ofertas disponibles, además de avisarte de qué te has olvidado de coger algo que normalmente compras cada semana.

El carrito espía se presenta oficialmente mañana en la Conferencia anual del Instituto de Distribución de Alimentos junto a un sondeo del sector de supermercados que asegura que uno de cada cinco clientes no tiene nada que objetar a que estos establecimientos conozcan al dedillo tus preferencias, y los gustos de tu aparato digestivo, si esto sirve para estar mejor asesorados sobre los productos que van a sentarles mejor.

Claro que los que dicen no tener problemas con los supermercados espías son, en un 70% de los casos, personas entre 18 y 34 años. ¿Qué pasa con el resto?, porque yo, observadora nata de los transeúntes de supermercado, igual me equivoco, pero me da que la mayoría pasan de los 30. Y ya no te digo, los que se atreven a hacerse una de esas tarjetitas de fidelización de clientes!

La idea, así sobre el papel, parece buena por eso del consejo, pero a mi me parece una lata. Ya llegarán los problemas, sobre todo si eres de los que hacen la compra una vez al mes y te pasas dos horas en el súper aguantando los consejos de la maquinita. O si te has escapado con tu amante al súper, por poco romántico que te parezca, y le has robado la tarjeta a tu mujer por aquello de acumular puntos como sea, o simplemente has ido al súper a comprar condones para una fiestecita. Pues estás perdido.

Además, como siempre pasa con estas cosas, me imagino que en poco tiempo las empresas podrán sobornar al espía del carro para que éste te lleve hasta sus productos, por mucha grasa que tengan.

Vaya chorrada.

Marg


P.D. Está claro que el tema no nos ha dejado indeferentes y le hemos dedicado las dos neuronas, ja, ja.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que van a ser de esas tardes, donde una está agobiada y se dedica a mirar todas las estanterías. Si, si, todas hasta la de las herramientas... Entonces el carro dirá: "alerta, alerta, ha equivocado la ruta, alerta" o quizá despues de pasar 6 ó 7 compras sin coger preservativos nos animará y nos dirá: "ehh nena, que suerte, esta noche follas..", claro que si ha pasado mucho tiempo igual te dice: "nena, que vida sexual más triste no?". Y sabrán cuando vamos a menstruar, y necesitamos dulces, o cuando vamos a invitar al chico a cenar y pretendemos llevar un vino de esos que no sabes muy bien y buscas en reserva y dices: "Uy, este que pone toro salvaje" (a ver si luego despues de beber se comporta como tal, aunque a determinadada edad igual te dice: "para en el agua, no le des alcohol...")

Un beso nenas

Anónimo dijo...

Seño, seño, las "Mujeres y qué" se están copiando...

Anónimo dijo...

No se llama copiar, se llama afinidad. ja ja

 

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