martes, 30 de octubre de 2007

El difícil arte de vender


Durante los años en los que he ocupado un puesto ejecutivo en una multinacional he atendido a miles de proveedores, pero reconozco que también he dado algunos portazos a los pobres comerciales de empresas que me avasallaban con propuestas comerciales de todo tipo, y que en el fondo sólo querían tener una respuesta, aunque fuera un no.

Hoy, siguiendo aquel dicho de “arrieros somos y en el camino nos encontraremos”, vivo en el otro lado del cuento y me dedico a vender proyectos a empresas y a intentar contactar con ejecutivos, que como hacía yo, están permanente reunidos o de viaje, y que en definitiva no les interesan lo más mínimo tus maravillosos productos y servicios.

En este mundillo de la venta, y por supuesto también del marketing, es quizá en el que se han llevado a cabo las acciones más insólitas para intentar llegar al contacto adecuado, o para atraer la atención de tus posibles clientes.

Puede ser que yo ahora esté más sensible hacia estos temas, y por eso me ha llamado la atención la forma en que una empresa italiana ha decidido diferenciarse de la competencia para incrementar sus ventas. Claro que esto no tendría nada de especial si no fuera porque la empresa es una funeraria, los productos son ataúdes, y la innovadora idea de venderlos ha sido adornarlos con cuerpos bonitos. O sea con churris en pose, al más puro estilo Pirelli.

Y puestos a hacer fotos de ataúdes con bellezones semi desnudos, como se hace con los coches o los teléfonos móviles, han decidido seguir el ejemplo de Pirelli y realizar calendarios con las fotos. Ríete de la gracia, pero los calendarios porno-macabros están arrasando en el mundo entero.

El dueño de la funeraria, Maurizio Matteucci, que casualmente es también el fotógrafo, asegura que aunque los calendarios causaron controversia en un principio, porque la gente "no entendía que se mezclaran sexo y muerte", ahora no paran de felicitarles “por su sentido del humor".

Tanto es el éxito que ha tenido la idea que, según Matteucci, y aunque su mercado es Europa, se están planteando la idea de exportar. “"Al principio sólo vendíamos féretros en Italia, pero desde que publicamos los calendarios nos llegan ofertas del extranjero".

Siempre he pensado que vender este tipo de productos o servicios era muy complicado y desagradable, por lo que aplaudo la idea de echarle al tema una buena dosis de humor.

Ni te cuento lo que se me está ocurriendo para que impacte lo que yo vendo. Te lo contaré otro día.
Difícil arte este de la venta, en el que de vez en cuando aparecen grandes genios.

Marg

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mas de uno se pensara que la moza viene de regalo para su ultima despedida...ayyysss mare como esta el mercado, cada dia esta mas mal esto de morirse.

Anónimo dijo...

Eso es lo que se llama publicidad engañosa. jajaja

Anónimo dijo...

el asunto es para morirse de gusto, y nunca mejor dicho, jeje

Anónimo dijo...

Marg... yo creo que no es genialidad... tal vez suerte... o es simplemente, el abuso de una regla heurística de publicidad... consigue una, y ya me cuentas...

Tu paisano Pablo Picasso decia:

"El Genio no busca... sino encuentra"

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo Gelber. A ver si doy con la mía.

 

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