lunes, 10 de diciembre de 2007

Vidas de película


En ocasiones, cuando leo según que noticias, tengo la sensación de que, en realidad, estoy leyendo el guión de una película. Te lo tomarás a risa, pero incluso imagino a quién elegiría para los papeles principales y qué ritmo tendría la banda sonora.

Bueno, dejando de lado esa parida mental, hoy he tenido la sensación de estar “viendo” un buen guión con un mal final. Me refiero a la historia de John Darwin, el llamado piragüista de Panamá, que un buen día desapareció en el Mar del Norte y nunca más se supo de él hasta que el pasado 1 de diciembre entró en una comisaría de Londres diciendo “"Creo que mi nombre figura en el registro de personas desaparecidas".

Al parecer la rocambolesca historia obedecía, cómo no, a un tema de pasta. Agobiado por las deudas y por la falta de dinero, decidió junto con su amada Anne fingir su desaparición y, al cabo de año y medio, ser declarado por muerto. De este modo la triste viuda se embolsaba la friolera de 290.000 euros de seguros de vida y demás.

El buen hombre no ha dado muchas explicaciones de todo este tiempo, desapareció hace casi 6 años, y como marca el guión ha alegado “amnesia”. La mujer tampoco ha contado demasiado, aunque ha salido a la luz que durante la amnesia del marido han estado viéndose en países de Sudamérica cual pareja de enamorados, que incluso compraron un pisito en Panamá y que ahora iban a establecerse en Brasil para dedicarse al “ecoturismo”.(sin comentarios)

A todo esto hay que añadir que, según la pareja, los hijos ignoraban que el padre estaba vivo y que lo que ellos creían eran viajes para “curar el duelo” eran en realidad encuentros amorosos de quienes los trajeron al mundo.

Hasta aquí el guión de la película resumido. No voy a jugar a lo de ponerte los actores y la música para no chafarte la imaginación, pero el final ¿qué me dices del final?.

Porque para mi la película empieza en ese punto. Que llevó a este hombre anónimo a presentarse en casa y destapar el fraude, un fraude que hará que él y su amada acaben con los huesecillos en la cárcel. ¿Sería un ataque de cuernos porque la mujer le ha cogido el gusto a eso de ser viuda?, ¿estará en realidad dándose publicidad para que algún espabilado le compre los derechos para hacer una película? ..¡cuántas preguntas sin respuesta!

O, a lo peor, simplemente ha tenido un ataque de turrón el almendro. Ya sabes, vuelve a casa por Navidad aunque sea entre rejas.

Merx

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo ayer cuando lo oía estaba alucinando. Si cuando dicen que la realidad supera la ficción...

Anónimo dijo...

Se que es repetir lo que ya han dicho, pero en verdad esta historia parece sacada de una película... Si en verdad los hijos no sabian nada del fraude, me imagino lo sorprendidos y tristes que estarian por el engaño de sus padres.

Anónimo dijo...

mi madre, cuando ve alguna película ya sea de terroristas, ladrones o criminales, siempre dice:"eso, ustedes a dar ideas", pues creo que a veces en verdad puede pasar eso, que alguien adapte la ficción a su propia realidad, nada más lejos de lo cierto.

saludos

Anónimo dijo...

Vaya historia rocambolesca ...

¿Y de veras no se sabe porqué se ha entregado? Será panoli ... sí les había salido bien!!

 

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