lunes, 10 de diciembre de 2007

La cena de empresa


Durante esta semana y la próxima tienen lugar todas las cenas de navidad de las empresas. Ese momento de indescriptible generosidad para con los empleados, en que el Jefe, sin olvidar que lo es, decide bajar al nivel del pueblo y unirse a su equipo como uno más.

Dicen que las cenas de Navidad de las empresas son intentos de distender el ambiente entre el equipo lejos de la rutina laboral. Supongo que habrá de todo, como en botica, equipos compenetrados y que se llevan bien, y donde incluso siempre hay alguien que acude a la cena por obligación y no con el espíritu de compartir juerga con sus colegas, y equipos que no se hablan en todo el día y que cuando lo hacen es para lanzarse un puñal o intentar esquivarlo, que van a la cena para que no les pongan una vela negra en su historial laboral.

De una u otra forma, para mi, que he sido veterana en estas lides y que este año por fin celebro el evento con mis amigos y colaboradores, la cena de navidad de la empresa siempre ha sido ese momento en el que la gente bebe para olvidar, se olvida completamente del trabajo y termina por decir cosas de las que arrepentirse a la mañana siguiente, cuando alguien, si no su propio Jefe, se las recuerda. Si además la ocurrencia de alguien ha sido acudir disfrazado a la cena o hacer el amigo invisible entre los asistentes, el tema tiene ya mucho más peligro y las consecuencias pueden arrastrarse durante todo el año o ser irreparables.

Para llevarme un poco la contraria en lo que yo pensaba sobre estas cenas, se acaba de publicar una encuesta en la que dice que estos ágapes no son siempre bien recibidos por los trabajadores ya que el 22% asiste a la cena de navidad por compromiso y el 10% prefiere poner una excusa para no acudir. Pero curiosamente, el 69% de los empleados sí disfruta de estos eventos, y de éstos un 37% no dudan en quedarse hasta el final de la fiesta, sobre todo si son jóvenes.

Claro que ante la pregunta de ¿tú, vas por gusto o por obligación a la cena de navidad de tu empresa?, a ver quién es el guapo que contesta que son un coñazo y que van porque no les queda más remedio. O sea, que la encuesta no me convence, ni siquiera hay un porcentaje para aquellos que reivindican, sin éxito, que vuelva la cesta de navidad en vez de la cena.

Lo que parece evidente es que aparte del ambiente laboral que cada uno tenga en su empresa, la desgana a la hora de acudir a estas cenas aumenta progresivamente según envejecemos.

Pues como todo.

Marg

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!
Jajajaja. La viñeta de cómic, requetebuena, simpatiquísima. Algo así tendrán q hacer quienes se encarguen de la reserva, si.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo el año pasado no fui, éste años saco los chaneles del armario, peluquería y a bailar...

Anónimo dijo...

Ufff, es verdad. Pero lo guay es ir con una amiga y reirte de todos..¿te acuerdas?? Hay algunas memorables!!!
bso

Anónimo dijo...

a mí ese problema apenas me afecta, y rara es la navidad que no haya tenido sitio en algún bar.
la última por ejemplo, nos bastó un rinconcito en la barra y con dos cañas y sus correspondientes tapitas nos dimos por satisfechos.

PD._ Somos dos en mi empresa.

Anónimo dijo...

Yo el año pasado me libré como una campeona, pero este año toca pringar.

Yo si quisiera salir a comer o a cenar con la gente del trabajo lo haría por propia voluntad, este tipo de eventos me parecen una tortura.

 

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