El Euro, ese gran desconocido Publicado por Mujeres

El Ministro Solbes se ha convertido en el principal protagonista del fin de semana y de las tertulias de la prensa de hoy. El motivo fue su fatídica frase sobre el conocimiento que los españoles tenemos del euro y las propinas que dejamos al tomar un café.

La inoportuna frase, que nuestro ministro de economía soltó durante su intervención en el Foro Economía en Progreso fue exactamente “Los españoles no hemos interiorizado qué vale un euro y eso se ve en los bares y cafeterías. Cuando se dejan propinas, no se tiene en cuenta que 20 céntimos son 32 pesetas y que un euro son 160 y muchas veces se deja el 50% del valor del producto de propina… para evitar esto hay que educar a la población”.

Gracias a la polémica frase que ha indignado a media España, hoy el ministro se justifica diciendo que lamenta que se haya sacado de contexto, porque estamos en período electoral, y simplemente se trataba de un ejemplo menor. Pero ésta no es la única frase polémica que dijo el ministro. Según Solbes dejar propinas demasiado altas contribuye a la sensación de que la vida está más cara y favorece el aumento de la inflación.

A pesar de que los españoles parezcamos tontos de capirote, según nuestro Ministro de Economía la legislatura ha sido "positiva" desde el punto de vista económico, con cifras de crecimiento superiores al 4% en trimestres recientes y del 3,8% en el último. Tras una legislatura anterior "de crecimiento a la baja y partiendo de niveles inferiores al 3%", se ha producido una aceleración económica que ha permitido aumentar la renta per cápita y aproximarse gradualmente a los grandes países de la Unión Europea.

Pero en la vida, en la nuestra, lo cierto es que todo se ha encarecido entre un 1,2% y un 14,4% debido al aumento del coste de las hipotecas, los carburantes, la cesta de la compra, los recibos de la luz y el gas, el vestido y el calzado, y hasta el ocio, y para más INRI, los sueldos no suben como en Europa (dato que no dice el Ministro) y, en muchos de los casos, el incremento ni siquiera igualará al IPC real, situado en el 4,1%.

Yo no entiendo mucho de política y menos de economía, aunque sí sé que un euro son 166,386 de las antiguas pesetas y no 160 como dice Solbes, pero a mi, ciudadana rasa, no me cuadran los números. Lo que sí tengo claro es que si pongo las palabras del ministro en un lado de la balanza y el aumento del coste de la vida en el otro, salgo perdiendo seguro.

Si a estas desafortunadas palabras le unimos la recomendación que el Gobierno nos brinda para estas fiestas de que consumamos conejo, porque el precio es menor que el de otras carnes y además es muy saludable y muy apetecible, es fácilmente comprensible la irritación que hoy se vive a pie de calle.

Yo no sé dónde toma el café el señor ministro ni con quién se lo toma, ni tampoco intuyo lo que cenará en Nochebuena con su familia, aunque me da que no será conejo. Lo que sí puedo decir con total seguridad es que el pueblo español, el currante, que vive con un sueldo medio de 1.600 euros al mes, (por cierto uno de los más bajos de Europa y similar al registrado en 1997), y que tiene que hacer frente a las continuas subidas de precios y por tanto al cada vez mayor endeudamiento, sabe perfectamente lo que vale un euro, lo que cuesta ganarlo y las virguerías que pueden hacerse con un euro para llegar a final de mes.

Quizá a quien habría que impartir educación es a los políticos para que dejen de tratarnos como si fuéramos tontos. Y si no les importa, esta Nochebuena cenaremos lo que nos de la gana.

Marg