miércoles, 5 de diciembre de 2007

Divorciarse perjudica al medio ambiente

Y no lo ha dicho Al Gore, aunque sí los americanos. Según un estudio elaborado por la Universidad de Michigan, el reciente y paulatino aumento de las tasas de divorcios perjudica claramente al medio ambiente.


La explicación, según ellos, es más lógica de lo que puedas pensar. Cuando una pareja se separa, al menos uno de los dos crea un nuevo hogar, lo que supone un mayor consumo energético.

Atendiendo a los números del estudio, en EE UU, la tasa de divorcios ha crecido un 10% en 30 años, y la proporción de hogares compuestos por personas divorciadas ha pasado de un 5% en 1970 a un 15% en el año 2000. Durante 2005 los hogares de los divorciados americanos gastaron un 56% más de electricidad y agua por persona que los hogares de los casados, y usaron un 61% más de recursos energéticos por persona que antes de la separación.

Es decir, que si los que se han separado no lo hubieran hecho, se habrían ahorrado según los expertos “más de 73.000 millones de kilovatios/hora de electricidad y 2,3 billones de litros de agua”.

Yo, aún haciendo las cuentas de la vieja, no lo entiendo. Parece claro que viviendo juntos la misma bombilla da luz a los dos, y que si estás separado, necesitas dos bombillas, y lo mismo con el agua. Lo que no comprendo es porqué el gasto por persona es mayor si has decidido darle portazo a tu relación. ¿Será que te lavas más y tienes mejor alumbrada la casa de soltero que la de casado? O tal vez, es que viene más “gente” a pasar la noche a tu casa de soltero??.

Claro que por aquello de decir chorradas, el estudio tampoco dice nada de los casados que le han montado un pisito a la querida y gastan el doble en recursos energéticos.

Vamos, que dado lo sensible del tema, en cuanto Al Gore se entere, se pone manos a la obra, se prohíben los divorcios, y una amenaza menos contra el cambio climático. Lo malo va a ser cuando la historia llegue a España y se entere la ministra Narbona.

Otra vez aquello tan antiguo de "contigo a pan y cebolla", “hasta que la muerte nos separe” o en versión moderna, “a aguantarte y respetarte hasta que el cambio climático nos lo permita”.

Chorradas se dicen todos los días, pero está claro que alguien se forra con ellas.

Marg

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bufff, como se nos está yendo la olla con lo del cambio climático. Al final me veo viviendo a todos juntos en una comuna a la luz de unas velas. Eso sí, los centros comerciales y las ciudades bien iluminadas por Navidad. Es como lo de ir ahora a 80 por la autopista en el área metropolitana de Barcelona para no contaminar! si todas las soluciones van a ser del estilo ...piensan hacer los políticos algo? En lugar de ponernos cada vez más prohibiciones que nos subvencionen coches que contaminen menos o que nos pongan un servicio de transporte público decente...

Anónimo dijo...

Ahí, ahí Sonia ... bien dicho!!!

Respecto al estudio este ... es que no sé que decir, no sé como al que lo firma no le da vergüenza escribir ese montón de tonterías. Supongo que será un estudio subvencionado.

Anónimo dijo...

Definitivo:
Soy una más que contamina a nuestra Tierra!! jaja

 

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