Sexo Tántrico Publicado por Mujeres

Desde que Sting pronunciara la famosa frase “Hago el amor durante ocho horas cada noche’’, el boom del tantra, o mejor dicho la moda del sexo tántrico se ha impuesto entre aquellos que buscan nuevas formas de darse gusto al cuerpo o entre los que buscan algo, sin más.

En las últimas semanas 3 amigas han coincidido en lo mismo y me cuentan que practican el sexo tántrico y que su vida ha cambiado. En todos los casos escucho alucinada un discurso basado en las virtudes de haber liberado su mente para lograr una apertura espiritual y afectiva alineando sus puntos de energía y variando mucho las posturas para alargar la cópula lo máximo, que parece que es el objetivo final.

Debe ser tan impresionante la experiencia que alguna de ellas asegura que a partir de ahora sólo va a tener relación con hombres que practiquen esta técnica milenaria, que antiguamente se empleaba en la India para sanar y como vía de longevidad. Ahora entiendo yo la fama de buenos amantes que siempre han tenido los indios.

Me han hecho sentirme tan normal, que casi por deformación periodística y para poderos explicar esta experiencia con más detalle, las he sometido a un interrogatorio que ha resultado más almodovariano que de investigación, porque el tema se las trae.

Parece que el sexo tántrico se centra en la energía corporal y promete relaciones sexuales distintas, más completas, de mejor calidad y sobre todo más duraderas, razones por las que ahora comprendo el furor de mis amigas por esta moda. Dice la que lleva más tiempo practicando sus bondades que lo descubrió al enrollarse una noche con su profesor de yoga, y que desde entonces no existe para ella otra forma de concebir el sexo. “Claro que se nota la diferencia con el sexo tántrico! Es una sensación más global, porque aparte del orgasmo genital, sientes cómo la energía se desliza por tu cuerpo y se conecta con tu pareja”. (vaya!!).

El caso es que para dominar la técnica hay que aprender ejercicios de respiración y de control muscular de la zona genital para que el momento previo al orgasmo se prolongue, o como dice alguna para que la relación sexual no se colapse. Ya no se trata de buscar el placer sin más con la técnica conejil del aquí te pillo aquí te mato, aquí lo importante es que te sitúas en otra onda.

O sea que si eres de los que practican yoga o taichí ya tienes medio camino ganado por eso de la relajación y la respiración y puedes aprender con más rapidez, porque creo que dominar el método no es tarea fácil ya que es cuestión de 6 meses a uno o dos años lo que puedes tardar en convertirte en el amante ideal.

Claro que luego he visto que algunos especialistas dicen que el interés hacia esta nueva técnica viene determinado por la insatisfacción que muchas personas tienen en su vida sexual y que han visto en el sexo tántrico una posible solución a su infeliz rutina, con lo que ahora entiendo muchas cosas, o para aquellas que presentan disfunciones sexuales como la anorgasmia, la impotencia o la eyaculación precoz, con lo que entiendo otras.

El tema promete, y cuando lo oyes de boca de según quien, todavía más. Aunque en estos momentos, y tras escuchar a mis amigas, no se si lo que me apetece es hacer un cursillo de sexo tántrico y comprobar si se me pone la misma cara de abducida que a ellas, o, si atendiendo a las explicaciones de los especialistas y comprendiendo muchas cosas, lo que realmente me pone es escribir una novela dedicada a ellas tipo “el sexo tántrico y la madre que las parió”.

De momento, te dejo el post y dos imágenes. La de arriba es la visión de mis amigas, la de aquí, la mía.

Marg