Nunca me he sentido atraída por la política. Pertenezco a esa generación a la que acusan de no involucrarse en la actividad política, a actuar con cierto conformismo ante la privación de privilegios, laborales y sociales fundamentalmente, logrados por nuestros padres o incluso por nuestros abuelos.
Teniendo eso en cuenta, debo reconocer que siempre paso las páginas de política de los diarios y ni siquiera presto atención a los titulares. No es que esté orgullosa de esta actitud por lo que, en ocasiones, intento enmendarme y poner más atención a lo que se cuece en el país.
Hoy, uno de esos días en los que me he detenido en esas páginas de la prensa, he sufrido una gran ofensa. Sí, me he sentido agredida por las declaraciones de uno de esos representantes políticos que, por lo menos en teoría, ha llegado donde está porque mucha gente piensa como él.
Te lo explico. Junto a un artículo que narra como un joven de 22 años tira a su novia de un coche y posteriormente se ahorca, aparecen unas declaraciones del presidente del PP gallego que afirma “los casos de violencia doméstica aumentaron en Galicia desde que el bipartito está en el poder”.
Más seriedad por favor. Las declaraciones, que hubieran tenido el mismo efecto en mí independientemente del partido que las realizara, me parecen ofensivas. Los casos de violencia, de cualquier tipo de violencia, son suficientemente serios como para que un político, representante de la sociedad o de una parte de ella, trivialicen de esta forma.
El juego político nunca debería entrar en estos terrenos, debería hacer acopio del sentido común y recordar que hay muchas personas que sí confían en la política y se creen sus “sentencias”.
Visto esto, me parece que voy a seguir sin mirar las páginas de política. Por mi salud mental.
Merx
Teniendo eso en cuenta, debo reconocer que siempre paso las páginas de política de los diarios y ni siquiera presto atención a los titulares. No es que esté orgullosa de esta actitud por lo que, en ocasiones, intento enmendarme y poner más atención a lo que se cuece en el país.
Hoy, uno de esos días en los que me he detenido en esas páginas de la prensa, he sufrido una gran ofensa. Sí, me he sentido agredida por las declaraciones de uno de esos representantes políticos que, por lo menos en teoría, ha llegado donde está porque mucha gente piensa como él.
Te lo explico. Junto a un artículo que narra como un joven de 22 años tira a su novia de un coche y posteriormente se ahorca, aparecen unas declaraciones del presidente del PP gallego que afirma “los casos de violencia doméstica aumentaron en Galicia desde que el bipartito está en el poder”.
Más seriedad por favor. Las declaraciones, que hubieran tenido el mismo efecto en mí independientemente del partido que las realizara, me parecen ofensivas. Los casos de violencia, de cualquier tipo de violencia, son suficientemente serios como para que un político, representante de la sociedad o de una parte de ella, trivialicen de esta forma.
El juego político nunca debería entrar en estos terrenos, debería hacer acopio del sentido común y recordar que hay muchas personas que sí confían en la política y se creen sus “sentencias”.
Visto esto, me parece que voy a seguir sin mirar las páginas de política. Por mi salud mental.
Merx
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