sábado, 10 de febrero de 2007

¿Quieres contratarte conmigo?

Madonna y Guy Ritchie han firmado un contrato de convivencia para salvar su matrimonio. Dentro de este acuerdo, ambos se comprometen firmemente a pasar todo el tiempo que le sea posible en casa con sus tres hijos, suspender todos los proyectos personales que afecten negativamente a las necesidades familiares y buscar un hogar adecuado para toda la familia en el neoyorquino barrio de Manhatan.

Es una suerte no saber en qué gastar el dinero. Lo más práctico es hacer un contrato y no como tú, apurando las últimas campanadas del año en pedir siempre los mismos deseos, pero gratis claro: que este año pueda pasar más tiempo con mis hijos, que mi marido trabaje menos y cenemos juntos por lo menos los jueves, que podamos acabar de pagar la hipoteca sin problemas, y que podamos comprarnos el apartamento en la playa, aquí en Tarragona claro, y que al menos los sábados peguemos un polvo después del partido… bueno y que el equipo de mi churri gane la copa porque si no, no hay polvo…. Y así hasta 12 cláusulas…digo uvas.

Hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Conoces a un tío, da igual el que sea, te vas a un terapeuta de parejas acompañado de tu abogado y sacas la lista de los atributos de tu príncipe azul… y pides. Se pone en un contrato y hala, a cumplir las cláusulas hasta el día que la muerte os separe. Eso si, las tradiciones también cambian, ahora sólo queda esperar la tan ansiada frase de “¿quieres contratarte conmigo?” o celebrar el día más bonito de tu vida con una invitación a tus amigos y familiares que diga “nos complace comunicaros que nos contratamos el próximo sábado”...

Así, por unos eurillos tienes un pacto de amor para ser realmente feliz.

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