No deja de asombrarme la facilidad de algunos para ver oportunidades de negocio donde yo sólo veo una soberana memez.
Resulta que un iluminado/a ha decidido montar en Austria lo que se denomina “guarderías para hombres”. No sé si para llevar a cabo este negocio habrá tenido que recurrir a los consabidos estudios de nichos de mercado, targets y demás pero lo cierto es que está siendo un éxito en el país austriaco (?)
La oferta está clara. Un refugio donde los hombres pasarán la tarde entre video consolas, revistas, cómics y juegos diversos mientras sus mujeres se dedican a ir de compras sin soportar al acompañante gruñón y aburrido.
No sé chica, pero a mi no deja de asombrarme a lo que puede llegar el marketing. El target al que se enfoca la empresa en cuestión es a las mujeres, prometiéndoles un centro donde su querido maridito será “atendido y vigilado” hasta que vuelva a recogerlo. ¿Qué os parece?
Yo propongo que esta iniciativa se mejore con una faceta educativa y en ese ratito que lo tenemos allí aparcado aprovechen para enseñarle cosas útiles para la humanidad: a bajar la tapa del WC, cerrar los botes del gel y del champú, demostrarles que es más fácil comprender las instrucciones de la lavadora que las del DVD y un sinfín de pequeños detalles para hacer la vida más fácil.
Y si el hombrecito no quiere ir pues lo obligamos, la educación es lo primero ya lo decía mi padre.
Resulta que un iluminado/a ha decidido montar en Austria lo que se denomina “guarderías para hombres”. No sé si para llevar a cabo este negocio habrá tenido que recurrir a los consabidos estudios de nichos de mercado, targets y demás pero lo cierto es que está siendo un éxito en el país austriaco (?)
La oferta está clara. Un refugio donde los hombres pasarán la tarde entre video consolas, revistas, cómics y juegos diversos mientras sus mujeres se dedican a ir de compras sin soportar al acompañante gruñón y aburrido.
No sé chica, pero a mi no deja de asombrarme a lo que puede llegar el marketing. El target al que se enfoca la empresa en cuestión es a las mujeres, prometiéndoles un centro donde su querido maridito será “atendido y vigilado” hasta que vuelva a recogerlo. ¿Qué os parece?
Yo propongo que esta iniciativa se mejore con una faceta educativa y en ese ratito que lo tenemos allí aparcado aprovechen para enseñarle cosas útiles para la humanidad: a bajar la tapa del WC, cerrar los botes del gel y del champú, demostrarles que es más fácil comprender las instrucciones de la lavadora que las del DVD y un sinfín de pequeños detalles para hacer la vida más fácil.
Y si el hombrecito no quiere ir pues lo obligamos, la educación es lo primero ya lo decía mi padre.
Merx
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