Los domingos me aventuro a dar un paseo por alguno de los foros que habitan el inmenso mundo de Internet. Busco alguno que me llame la atención y me adentro en sus plazas públicas, en las que todo el mundo puede aventurarse a opinar sin ser visto.
Hoy, con mi traje de mujer invisible, me he colado en una avivada discusión sobre los años que llevas con tu pareja y los motivos de éxito en una relación duradera, una especie de aventura para descubrir el secreto de nuestra existencia.
Desde experimentados abuelos, con más de 40 años de relación a sus espaldas, pasando por separados de repetición, hasta recién estrenados en las lides del amor en pareja, todos hablan de comunicación y amistad como el código cifrado que guarda la fórmula secreta de la inmortalidad del amor.
A medida que avanza la noche, los serios y formales se retiran y llegan al foro las aves nocturnas, los solitarios y los buitres en celo. La tertulia se centra ahora en el sexo, el egoísmo, la hipoteca y la soledad. Nuevas pistas para llegar al gran secreto.
De madrugada. Llegan al foro los filósofos y los sonámbulos, las insomnes por un cabreo y algún que otro padre haciendo guardia con su bebé en brazos, y traen consigo nuevos hallazgos en la búsqueda del tesoro. Mantener tu propio mundo intacto, haber tenido otras experiencias, los momentos únicos de cada día, la fusión mística, la complicidad…
Casi amanece y el foro está desierto. Queda alguien diciendo que la pareja es cosa de tres: la mujer, el hombre y Dios en medio….
Hoy, con mi traje de mujer invisible, me he colado en una avivada discusión sobre los años que llevas con tu pareja y los motivos de éxito en una relación duradera, una especie de aventura para descubrir el secreto de nuestra existencia.
Desde experimentados abuelos, con más de 40 años de relación a sus espaldas, pasando por separados de repetición, hasta recién estrenados en las lides del amor en pareja, todos hablan de comunicación y amistad como el código cifrado que guarda la fórmula secreta de la inmortalidad del amor.
A medida que avanza la noche, los serios y formales se retiran y llegan al foro las aves nocturnas, los solitarios y los buitres en celo. La tertulia se centra ahora en el sexo, el egoísmo, la hipoteca y la soledad. Nuevas pistas para llegar al gran secreto.
De madrugada. Llegan al foro los filósofos y los sonámbulos, las insomnes por un cabreo y algún que otro padre haciendo guardia con su bebé en brazos, y traen consigo nuevos hallazgos en la búsqueda del tesoro. Mantener tu propio mundo intacto, haber tenido otras experiencias, los momentos únicos de cada día, la fusión mística, la complicidad…
Casi amanece y el foro está desierto. Queda alguien diciendo que la pareja es cosa de tres: la mujer, el hombre y Dios en medio….
Me voy a casa.
Marg.
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