domingo, 11 de febrero de 2007

El uso de las palabras

Lo de los anuncios de empleo es todo un ejemplo claro de cómo no deben utilizarse las palabras. Creo que el que prepara los anuncios de cada empresa tiene en su cajón un libro de estilo, del que fuera antes el encargado, que ya ni ojea porque seguro lo sabe de memoria.

Los pasos son sencillos. El primero, imprescindible, es el de “persona activa y con buena presencia”. A ver, yo no sé tú pero lo que es yo no tengo ni idea de que tipo de persona están buscando. Quizás lo de activa significa que no se duerma aunque creo que veladamente están haciendo referencia a que no quieren gordos/as. ¿Y qué me dices de “buena presencia”? ¿alguien bien vestido? ¿limpio? No, creo que también es una forma sutil de excluir a los feos/as.

El segundo es “formación a cargo de la empresa”. Están bien estas intenciones, se implican en el desarrollo profesional del candidato y les prometen que serán su guía espiritual. Pero esto se derrumba cuando llegamos al “preferiblemente con experiencia en el sector”. Bueno, ¿pero no lo iban a formar?.

Y qué decir de lo de “salario a convenir”. Sin palabras me quedo ante esta afirmación.
Mi conclusión es que todo esto, en realidad, no dice lo que quiere decir. El anuncio debería ser “buscamos persona delgada, guapa y preferiblemente tonta . Le ofrecemos una gran trayectoria profesional y un salario acorde a nuestra conveniencia”.

Ah, me olvidaba añadir que el puesto es para un repartidor comercial…Tu verás.

Merx

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