domingo, 25 de febrero de 2007

¿Descanse en paz?


Hoy hemos perdido a otro integrante del refranero español. Sí, tras el “suenas como un disco rallado” o el tan recurrido “duros a cuatro pesetas” ya en desuso por la evolución tecnológica en un caso y la europea en el otro, hoy debemos dar de baja al “nunca digas de esta agua no beberé y este cura no es mi padre” .

Sí chica, resulta que éste se va de la mano de la evolución científica. En la prensa de hoy aparece un artículo en el que se afirma que en la comunidad gallega se exhuman al año 30 cadáveres para someterlos a pruebas de paternidad.

¿Qué te parece?. Imagínate, si el difunto decidió dejar este mundo con la boca bien cerrada no le sirvió de mucho. Pero claro, la pasta es la pasta y la mayoría de estos test se realizan a petición de un juez, por lo general, en litigios por herencias.

Afirman los expertos que debería existir una norma clara que regule el uso de los laboratorios para estos test de paternidad, sobre todo en los que se realizan a los vivos. Numerosos laboratorios privados han visto en esta prueba genética un negocio muy lucrativo y se saltan a la torera cualquier norma ética a la hora de realizarlo. Suele pasar, es lo que tienen los avances científicos que unos los usan para bien y otros para mal.

Pero volviendo a los difuntos. Lo peor de esta historia, según lo veo yo, es que el pobre cadáver no tiene ni siquiera el derecho al pataleo. De repente su fortuna va a parar a quién decida una prueba genética, sin más discusión.

Por eso, y aunque dudo mucho que yo vaya a ser nunca parte de un litigio para discutir sobre mi herencia (ja!), yo prefiero la incineración. Por el medioambiente y por conservar al “se llevó el secreto a la tumba” que ya veo en peligro de extinción también.


Merx.

0 comentarios:

 

© 2008 - diseñado por doxs | templates - todos los derechos reservados