domingo, 18 de noviembre de 2007

Veneno en la oficina

La empresa consultora Otto Walter ha realizado recientemente un estudio sobre los llamados trabajadores tóxicos, aquellos que, con sus actitudes negativas, destrozan el clima laboral y exasperan a los jefes.

Sí has oído bien. Tras preguntar a 650 jefes y directivos de grandes y medianas empresas, han comprobado que la "toxicidad" está muy extendida ya que el 90% de los encuestados dice haber sufrido a estos trabajadores “conflictivos, holgazanes e incompetentes”.

Respiro al seguir leyendo el estudio y comprobar que también se reconoce, aunque poco, que hay jefes “impresentables, irrespetuosos, déspotas y cretinos con galones”. Menos mal, porque aunque está claro que todos conocemos o hemos sufrido a alguno de los llamados empleados tóxicos, que se escaquea para no pegar ni golpe, conflictivo, pasota, huraño y hasta ladrón, no es menos cierto que muchos de los que la consultora llama tóxicos, se encuentran con cierta frecuencia en los cuadros directivos.

Pero por lo que destila el estudio, aunque obviamente no lo dice así de claro, parece ser que si hay directivos que demuestran un importante nivel de incompetencia para dirigir a sus equipos, es por culpa de los equipos. Je, je.

Lo que no entiendo muy bien, o sí lo entiendo pero me da la risa, es que el informe denomina tóxicos a los empleados que yo llamo sin cargo, y los diferencia en siete categorías: los conflictivos, los holgazanes, los incompetentes, los ladrones, los que desacreditan al jefe, las bajas injustificadas y los arrogantes. Curiosamente, y aquí es donde me entra el ataque de risa, estas categorías de empleados tóxicos no contemplan a los mandos intermedios y directivos. Pues no será porque no hay especimenes con cargo para incluir en cada una de ellas…. Incluso se me ocurre alguna más que no aparece en el informe.

Para más INRI, el estudio concluye diciendo que los empleados tóxicos “son los responsables de haber estropeado a muchos mandos y por ello haber perjudicado a muchos compañeros que se han perdido la oportunidad de tener un jefe mejor”. ¿Cómoooo?

Digo yo que si eres jefe competente tendrás un mínimo margen de actuación para no rodearte de tóxicos, o por lo menos deberías ser lo suficientemente hábil como para deshacerte de ellos y que éstos no contaminen el ambiente. Si siendo jefe, tienes un equipo con un alto grado de toxicidad, digo yo que en algo estarás fallando o es que tienes una facilidad pasmosa para que te coloquen lo que nadie quiere.

Claro que la consultora que ha realizado el estudio de marras dice ser especialista en desarrollo del comportamiento directivo. Será por eso que la culpa de todo parece tenerla el empleadito de a pie. Ah, por supuesto, de lo que no dice ni pío el estudio es de las causas que provocan esa toxicidad, ya sabes, todo eso de las condiciones de trabajo, la motivación, los sueldos…..

Ojito que mañana es lunes, procura no pasar el día en la oficina como un residuo tóxico, no vaya a ser que se desespere el jefe.

Marg

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas conclusiones van en contra de la base que enseñan en las buenas formadoras de jefes de equipo: si el equipo falla siempre es culpa del director.

Supongo que como bien apuntas este estudio está demasiado condicionado por la compañía que lo ha realizado.

 

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