martes, 13 de noviembre de 2007

Agárrate que vienen curvas…


En muchas ocasiones he dedicado mi post a las noticias que hablan sobre estudios que, desde mi punto de vista, podrían no hacerse. Ya sabes, ese tipo de estudios en el que científicos dedican horas y presupuesto a llegar a ciertas conclusiones que, en mi humilde opinión, podrían guardarse para ellos.

Hoy me llama la atención la investigación llevada a cabo por las universidades de Pittsburg y de California sobre la incidencia del tamaño de las curvas de la madre en el nivel de inteligencia de sus hijos.

Seguro que ya he captado tu atención. Pues, si así es, he de decirte que yo me he quedado con la misma cara de imbécil que debes estar poniendo tú en este momento así que no sufras porque no eres la única.

Verás, estos científicos tan estudiaos han llegado a la conclusión, tras incontables pruebas congnitivas a hijos de madres con curvas y a hijos con madres sin ellas, que durante el embarazo los fetos se benefician del volumen de grasas poliinsaturadas que se encuentran en las caderas. A más grasa más coeficiente intelectual.

Por un lado una piensa pues qué bien que ahora en nuestras caderas además de celulitis se acumule el secreto de la inteligencia ¿no?, pero por otro lado no sé yo si los modistos y los gurús de lo que es “cool” estarán de acuerdo en modificar los estándares de belleza en beneficio de la inteligencia del planeta.

En fin, que me he reído un montón con estos científicos tan majos ellos que se permiten el lujo de declarar “esta puede ser la razón de porqué, según varios estudios, los hombres prefieren a mujeres con curvas”.

Si es que hay que ver qué ignorante es una, así que ya sabes. Mañana cuando te levantes y salgas a la calle luce sin miedo tus caderas, grandes reservas de inteligencia futura.

Voy a tirar ahora mismo todos los anticelulíticos acumulados en el armario del baño..¿o no?
Merx

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy mismo lei ese artículo y lo primero que pensé fué que mis hijos van a ser super inteligentes.... Valiente consuelo. ;)

Anónimo dijo...

Menos mal que lo de mi plan para quitarme estas caderas que Dios me ha dao fue mucho después de haber parido. Si es que no hay mal que por bien no venga!!, jajaja

 

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