Hace ya un tiempo leí sobre un local en Nueva York donde la bebida estrella era el agua, y, poco después, en Canadá y en Portugal, fui a parar a un hotel en los que también el agua ocupa un lugar destacado en el bar. Estos bares de agua que están empezando a ponerse de moda en todo el mundo, como el Vía Génova de Nueva York, ofrecen una amplia carta con hasta 33 tipos de aguas distintas provenientes de 15 países y cuyos precios oscilan entre 4 y 55 dólares.
Te preguntarás para qué una carta tan amplia si sólo se trata de agua ¿verdad?, pues según la dueña del Vía Génova, entre los 33 tipos de agua que se pueden encontrar en su local, está una japonesa que viene en una botella que parece de Sake y que va genial con el sushi. Una italiana que al parecer es el agua de preferencia en el Vaticano, la canadiense 10 Thousand BC es el agua glaciar más fina del mundo y la Bling H2O producida en Estados Unidos que viene en una botella de cristal adornada con cristales Swarovski.
Parece que la escasez de agua en el mundo más que conmover la conciencia solidaria de ricos y famosos, se ha convertido en un elemento de excentricidad total y en un artículo de lujo, sólo al alcance de unos pocos.
El agua mineral Bling H2o que ha empezado a comercializarse ahora en España bien podría decirse que vale su peso en oro, ya que sus precios oscilan entre los 30 y 400 euros en función de lo exclusiva que sea la edición. Claro que si como yo has pensado en que el precio se debe a la excepcional pureza del agua que contienen las botellas, te equivocaste. Aunque desde la marca insisten en que el agua está extraída a más de 800 metros de profundidad de un manantial en Smokey Mountains, en el estado norteamericano de Tennessee.
Las botellas glaseadas y de producción limitada, máximo exponente de la exclusividad, han sido decoradas a mano con incrustaciones de cristales de Swarovski y llevan un tapón de corcho con un encapsulado especial. Vamos que a simple vista podrías pensar que se trata más de una colonia repija haciendo su campaña navideña que de un botellín de 380 mililitros del líquido elemento.
Lo que está claro, como siempre, es que no hay como un buen padrino para que hasta lo más simple del mundo, como es el agua, cause furor entre los círculos más chic. Y es que Bling H2o ha sido ideada por el famoso productor de Hollywood Kevin G. Boid, y parece que ya la consumen algunos personajes como Mariah Carey, Shaquille O'Neal o la también excéntrica, como el agua, Paris Hilton. He ahí la clave para que sacar la botellita al mercado de lujo y venderla a esos módicos precios no haya supuesto un gran problema.
A ver si un día de estos asistimos con sorpresa a la genial idea de algún productor o famoso que ha pensado que el máximo exponente de la exclusividad es dar de comer en el salón de su casa a los miles de hambrientos que seguro pululan por su ciudad. Y que cunda el ejemplo.
Marg
P.D.: Y supongo yo que, después de pagar 400 $, luego podrás llevarte la botella a casa. O la excentricidad total consiste en dejarla en el bar??...
4 comentarios:
Si es que el agua de garrafón es mu mala, al día siguiente deja mucho dolor de cabeza...
Pues seguramente la segunda opción sea la correcta Marg.
No entiendo porqué directamente no queman el dinero o lo tiran por el water. Tenemos el mundo que nos merecemos como consecuencia de actividades así.
A ver si se ahogan...
Excelente humor... No queda otra.
Un saludo.
Gracias.
PD. Anna (comentarista); desear que se ahoguen, no alimenta al hambriento.
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