miércoles, 21 de noviembre de 2007

La Wii chivata


Ya hemos hablado en alguna ocasión de las saludables ventajas que aporta la Wii frente a otras consolas de videojuegos, sobre todo si no eres de los que disfrutan en el gimnasio eliminando las tapitas del bar.

La verdad sea dicha, en casa tenemos la famosa Wii desde hace unos meses y, aunque no le dedicamos mucho tiempo, los ratos en que te pones a jugar a bolos, a baseball, a tenis o a practicar al golf, acabas con los brazos como si hubieras cruzado el Canal de la Mancha a nado.

Hace poco leí que la Wii, la consola más criticada y a la vez alabada del mercado, se está utilizando por numerosos terapeutas de EEUU para la recuperación de pacientes de todo tipo, ya que la forma de jugar permite que ciertas afecciones puedan ser tratadas jugando, ayudando así a determinados pacientes a recobrar la movilidad, la percepción, etc..

Hoy he descubierto que frente a los grandes momentos de entretenimiento y ejercicio que puede proporcionar la Wii, ésta tiene una faceta de consola espía, en la que yo no había caído, y que también te puede ocasionar más de un disgusto, o por lo menos algún que otro momento desagradable.

Esto exactamente es lo que le ha pasado a un soldado estadounidense, Tony para los amigos, que ha descubierto la infidelidad de su mujer a través de la Wii. El pobre Tony, recién llegado a su país tras haber pasado varios meses destinado en Irak, se enteró por algunos amigos, llámale regalo de bienvenida a casa, que su mujer había estado tonteando con otro hombre durante su ausencia.

Al cabreado marido no se le ocurrió otra cosa que comprobar los avatares de la Wii, esos muñequitos llamados Miis que representan a cada jugador, y que cada uno puede hacerse a su imagen y semejanza, y revisar el calendario de juegos, en el que se habían registrado múltiples partidas de su mujer con un desconocido Mii, que no estaba allí cuando Tony partió al frente.

Aunque la Wii todavía no ha llegado a formar parte activa del equipo del CSI, y por tanto las pruebas no son totalmente definitivas, Tony asegura saber qué noches pasó su mujer con el desconocido, sobre todo jugando a los bolos. Tan seguro está que ha decidido separarse y ahora está preparando su divorcio.

Llámame rara si quieres, pero puestos a ponerle los cuernos a tu churri, y suponiendo que después te de por jugar a la Wii, como quien se fuma un cigarrito y le da por comentar la jugada tras el revolcón, digo yo, que lo que no haces es entretenerte en crear uno de esos Mii a imagen y semejanza del que te acabas de ligar.

Vamos que está bien conocer esta faceta chivata de la Wii para que, dado el caso, nos acordemos de crearle al churri de turno un Mii rubio, con larga melena, muchas tetas, pero sobre todo, lo más importante, que se llame Lola.

Marg

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y digo yo, jugar a la wii habiendo tantos "juegos" a los que jugar....

Anónimo dijo...

Un crítica más a la consolita...Yo aún no le encuentro la gracia.

Anónimo dijo...

Bueno si os gusta realmente la INFIDELIDAD entren en www.atrevy.com que se dedica a eso mismo es muy buena la pag os la recomiendo!!

www.atrevy.com

 

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