martes, 20 de noviembre de 2007

El Toro de Osborne


Recuerdo cuando éramos pequeñas y al más fiel estilo familia Cebolleta, con abuela, primos y canario incluido, cruzábamos España, de punta a punta a bordo de un 1500 blanco reluciente, el último modelo de la SEAT. Uno de los entretenimientos para tan largos viajes era jugar al Toro, una lucha encarnizada por ser el primero en divisar en el paisaje de la autopista o la nacional uno de los 90 Toros de Osborne que hay repartidos por todo el país.

Quizá por ese recuerdo de infancia, le tengo un especial apego a esa enorme figura del Toro de Osborne y será por eso que me alegré cuando, hace años, ante la amenaza de su desaparición, el Tribunal Supremo decidió declararlo patrimonio cultural y artístico del paisaje español y sus gentes. Olé.

Ahora el famoso Toro, diseño de Manolo Prieto para la marca Veterano de las bodegas Osborne, cumple 50 añazos y es, sin duda y aunque a algunos no les guste, el icono por excelencia de nuestro país y una referencia que ha servido de inspiración a pintores como Dalí o a directores de cine como Bigas Luna, y que en la actualidad se mantiene vivo como el primer día.


Su medio siglo de existencia no está falto de anécdotas para sobrevivir a las tendencias del momento. En los años 90, el toro fue sometido a las lindezas de la cirugía plástica para reducirle el tamaño de sus testículos que para algunos resultaban exageradamente notorios. Quizá en su momento, y por buscar un referente español cargado de simbolismo, se aumentara expresamente esta parte… ya sabes el macho ibérico y esas cosas.

También ha sufrido el embate nacionalista y la agresión de la competencia y, hoy en día, compite por ocupar un lugar en los adhesivos de los coches con otros iconos como el burro catalán. Pero, con todo mi respeto, nada que ver.

Y por eso de la igualdad, también los hay que intentaron transformar al toro en vaca. Fue Javier Figueredo, un artista cacereño, que convirtió en vaca un Toro cercano a El Casar de Cáceres, colocándole unas ubres y pintándole manchas blancas.

Como regalo de cumpleaños el Toro tiene ya su homenaje, al que se han unido representantes de todos los sectores con su visión personal del mismo. Y nosotras también, claro está.


Felicidades Toro.

Marg

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"... y el toro negro de Osborne, recortado sobre el horizonte, es una sombra negra. Por respirar, por confiar de nuevo y volver a creer, por confiar, por respirar de nuevo y saber esperar..."

Me has hecho recordar una canción de Manolo García.

Saludos.

Anónimo dijo...

Veo que muchos empezábamos el verano de la misma manera ...

Yo iba en un 127, pero para el caso ...

Anónimo dijo...

Je, je, qué casualidad. Mismas vivencias, como nos pasa a la gran mayoría de españolitos.
Besos

Anónimo dijo...

Como un perfil,
puede delinear tanto...
un fondo....

.

Anónimo dijo...

A mi tambi�n me gustaba ver los toros. De peque�a me daban miedo. En Guadalajara hay uno que ha quedado ya casi dentro de la ciudad.

 

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