Aunque soy de las que siempre empiezan el año con optimismo y pensando que el nuevo año, como por arte de magia, va a ser mucho mejor que el anterior, digamos que siendo realistas el 2008 no ha podido empezar peor.
No entiendo porqué extraña razón todo bicho viviente se rodea el último día del año de buenas intenciones si, en solo un segundo, que es lo que tardamos en despedir a 2007 y darle la bienvenida a 2008, se nos han olvidado completamente.
Sólo tienes que echarle un vistazo a la prensa de hoy y como en una cábala tratar de buscar alguna buena noticia. No hay. Hasta el teléfono y las webs que el gobierno había puesto para reclamar los 210 Euros de la renta básica de emancipación y que estaban operativos desde hoy, se han colapsado y no dan servicio.
Por lo demás, siguen los malos tratos, los codazos entre los políticos, las negligencias en los hospitales, las más cruentas batallas en cualquier punto del planeta, la subida de todo lo que faltaba por subir, y los accidentes de tráfico. ¿Alguien me dice que hay de nuevo y de bueno?
Y entre las cosas que no han cambiado está también el avance del SIDA, la hipocresía, las ganas de llamar la atención y la mojigatería. Todo esto junto es lo que rodea al lanzamiento en Francia de una polémica campaña contra la propagación del virus del sida entre el colectivo homosexual y que en breve, aunque con otro estilo se lanzará también en España.
La imagen de dos hombres desnudos en una cama en actitud sexual es el motivo principal de que la asociación de Profesionales por una Publicidad Responsable haya arremetido duramente contra la campaña pretendiendo censurarla ya que el cartel que muestra a la pareja les resulta demasiado explícito.
Por lo demás, siguen los malos tratos, los codazos entre los políticos, las negligencias en los hospitales, las más cruentas batallas en cualquier punto del planeta, la subida de todo lo que faltaba por subir, y los accidentes de tráfico. ¿Alguien me dice que hay de nuevo y de bueno?
Y entre las cosas que no han cambiado está también el avance del SIDA, la hipocresía, las ganas de llamar la atención y la mojigatería. Todo esto junto es lo que rodea al lanzamiento en Francia de una polémica campaña contra la propagación del virus del sida entre el colectivo homosexual y que en breve, aunque con otro estilo se lanzará también en España.
La imagen de dos hombres desnudos en una cama en actitud sexual es el motivo principal de que la asociación de Profesionales por una Publicidad Responsable haya arremetido duramente contra la campaña pretendiendo censurarla ya que el cartel que muestra a la pareja les resulta demasiado explícito.
En el otro lado de la barrera, además del Ministerio de Sanidad responsable de la campaña, se encuentran las asociaciones dedicadas a la lucha contra el sida y por supuesto, las de gays y lesbianas que se lamentan de la tendencia de la sociedad a intentar dosificar los mensajes que tienen que ver con temas como la homosexualidad o el VIH y de que éstos sean frecuentemente esquivados para evitar herir los sentimientos del espectador.
Parece que en España, el Ministerio de Sanidad utilizará en esta campaña de prevención del sida entre homosexuales a conocidos personajes de este colectivo como el juez Grande-Marlaska, el escritor Boris Izaguirre o el presentador Jesús Vázquez.
Está claro que la imagen de la versión francesa de la campaña, explícita es y mucho, pero para mi no es más que una de las formas posibles de hacer la campaña. ¿Podrían salir los dos hombres sentados en un parque sin necesidad de que nos los muestren retozando en la cama? Pues si, pero no es el caso.
Me han hecho falta unos minutos de debate casero para decidirme sobre si la campaña me gustaba o no. Aunque al principio he pensado que no hacía falta ser tan claro, si la campaña se centra en medios dirigidos al colectivo homosexual, ¿por qué no? También los anuncios de colonias nos sacan constantemente bellezones en pelota picada y posiblemente tampoco sea necesario para anunciar un perfume.
Lo que sí reconozco es que esta sociedad nuestra todavía está algo reticente a aceptar según qué evidencias, como que cada día 4 homosexuales descubren que son seropositivos, y no se yo si el 2008 conseguirá volvernos menos hipócritas.
Marg
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