jueves, 24 de enero de 2008

El don de la ubicuidad


La tan recurrida frase de “todavía no tengo el don de la ubicuidad” que utilizas en tono irónico cuando alguien te está agobiando al pretender que seas a la vez la vaca y el tío que la ordeña, tiene los días contados. Aunque es cuestión de tiempo que el aparatito que hace posible la gracia de estar en dos o más sitios a la vez sea algo habitual, por el momento sólo está al servicio de unos cuantos elegidos, poseedores además de las últimas tecnologías, de arcas bien nutridas de dinerito.

Y en eso es en lo que se ha lucido el príncipe Carlos de Inglaterra quien inauguró hace dos días la Cumbre Mundial sobre la Energía del Futuro, que se celebra en Abu Dhabi, pero no de cuerpo presente al estilo tradicional, sino utilizando las ultimísimas tecnologías para que su figura, de igual altura y dimensiones que las reales, hiciera acto de presencia y ofreciera a los asistentes su discurso de inauguración.

El quería estar allí para felicitar a Abu Dhabi por su proyecto de crear una ciudad, llamada Masdar, con el máximo aprovechamiento de los recursos naturales, pero sin viajar en avión dado su compromiso con el medio ambiente. Así que sin mover un pie de casa, y dejando alucinados a todos los asistentes, el príncipe de Gales apareció en la tarima de conferencias a través de un holograma, largó el discurso, y se despidió de la misma forma concluyendo “Y ahora voy a desaparecer en el aire, sin dejar ninguna huella de carbono".

Parece que la técnica es sencilla aunque supongo que, dado que hasta ahora sólo el príncipe Carlos, el futbolista Beckham o el dueño de Virgin son quienes se han podido permitir tan tecnológicos lujo, también será cara a rabiar, eso sí, dicen que la imagen, los movimientos, la voz, los gestos, todo es tan real, tan espectacular que los espectadores llegan a tener dudas de si sobre el estrado está el personaje en cuestión o sólo su holograma.

Hasta ahora este tipo de proyecciones sólo se han realizado habiendo grabado el mensaje previamente, pero lo último en hologramas es que las emisiones ya se pueden hacer en tiempo real. Algo así como si le pides al genio de tu lámpara el famoso don de la ubicuidad porque que quieres estar en Sydney y Alcorcón al mismo tiempo, de cuerpo presente, vivito y coleando. Y el mago te hace un holograma, eso sí a precio de mago.

Imagina por un momento cuando todos podamos acceder a la maquinita de la ubicuidad a precio de top manta, aunque sea en locutorios especializados, y puedas aparecer en la cenas de navidad, en los funerales o en las bodas, o incluso en las reuniones de propietarios, quedando divinamente y sin moverte del sofá. Y lo mejor es que puedes largarte y desaparecer cuando te apetezca y echarle la culpa a un fallo de la tecnología.

Todo llegará.

Marg

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buah, pues me parece una idea fantástica. La cantidad de viajes que se podrían ahorrar sólo con que se utilizara a nivel de empresa (eso lo he visto yo en alguna película, una reunión de dirigentes holográficos no??)

Anónimo dijo...

Lucía la verdad es que si ya las videoconferencias han ahorrado un montón de pasta a las empresas, esto ya ni te cuento. Imagina a todo el mundo currando y sin moverse de la oficina. Claro que a algunos se les acabaran las excusas de "no puedo, tengo un viaje". Pero ya inventarán otra cosa.

Bso

 

© 2008 - diseñado por doxs | templates - todos los derechos reservados