sábado, 5 de enero de 2008

Sarkozy como una moto

Como diría un amigo mío, Sarkozy me tiene el corazón robao, vamos que alucino con todos y cada uno de sus movimientos. En tan sólo 8 meses ha conseguido no sólo empezar a poner su país patas arriba, sino convertirse en un gran espectáculo mediático, que hasta se usa como ejemplo en los programas de humor, aunque siempre para resaltar algunas de las cualidades que va prodigando. Una auténtica moto.


A mi me maravilla la habilidad de este hombre para combinar su talante de político guerrero y de revulsivas ideas con su actitud de hombre enamorado y vaya yo caliente ríase la gente.

Sarkozy dirigía a los miembros de su Gobierno la tradicional felicitación de Año Nuevo con un mensaje no tan tradicional en un gobierno, en el que les decía algo así como “2008 será un año duro y exigente, porque no soy yo el que está impaciente, son los franceses".

Tras el bofetón de entrada, les explicaba que durante el nuevo año los ministros serán evaluados por objetivos medibles, al más puro estilo de multinacional privada, o sea con una clara cultura orientada al resultado y en base a tres compromisos: tender hacia el empleo, buscar el crecimiento económico adicional que necesita el país y sanear las finanzas públicas.

Los ministros del Ejecutivo francés tendrán un boletín de notas trimestral para evaluar el resultado de sus gestiones al frente de cada departamento en el que se harán constar, uno a uno, los éxitos conseguidos en base a los objetivos que Sarkozy les puso a cada uno el pasado verano. Y deben estar temblando, porque el presidente no sólo pone en cuestión la continuidad de algunos personajes sino que les ha advertido que algunas carteras podrían ser para “nuevas piezas" de la oposición, vamos como el que contrata al mejor directivo de su competencia.

No en vano, y al más puro estilo multinacional, Sarkozy montó su revolucionario programa en colaboración con una consultora, y mientras la consultora trabaja o copia de lo ya realizado para otros clientes, y sus ministros abandonan las tonterías para centrarse en “hacer cifra”, monsieur le president viajaba primero a Egipto luciendo novia, que para algo es modelo ella, y por si le quedaba algún medio del corazón en el que salir, se ha vuelto a ir, ahora a Jordania, donde entre recepción oficial y almuerzo de cortesía, pasea su amor por Petra sin temor a los paparazzi.

Algunos dicen que muchos políticos deberían aprender de Sarkozy. Quizá sea cierto que muchos, políticos o no, debieran tomar como modelo el arrojo que profesa el presidente francés. Pero, ¿no es preocupante que a nadie se le haya ocurrido hacer algo diferente y por eso ahora tengamos que fijarnos en lo que hace Sarkozy para copiar?. Creo que a lo primero se le llama innovación y a lo de copiar…. Ah sí, los directivos de ahora le llaman benchmarking.

Feliz Día de Reyes!!!

Marg

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Evaluar a los ministros como si fuesen escolares? Pues a mí me parece populismo barato, a la francesa. Quizá de ahí venga lo innovador, que en Europa nadie se atreve a parecer populista en exceso.

Anónimo dijo...

Pues a mi me parece bien. Así por lo menos justificaran la pasta que cobran. Si lo hacen en la empresa privada, porque no se les va a medir a ellos también por el mismo rasero. Ya está bien de vivir del cuento!

Anónimo dijo...

uff... no sabía yo que iba tan atrasado con vuestros post!

si tengo tiempo, que lo dudo, le haré una visita al Robin ese, a ver si lo pongo más chiflado de lo que dices que está, jeje

un abrazo

 

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