domingo, 1 de julio de 2007

Perder los papeles

¿Qué hacer cuándo de repente, sin venir a cuento, te entra un ataque de dignidad profesional? De entrada, intentas reprimirlo como si de un estornudo inoportuno se tratase; cuando ves que no eres capaz de conseguirlo sólo te queda una opción: darle rienda suelta y como dice un amigo mío “abrir las compuertas”.

Pues esa sensación fue la que debió tener Mika Brzezinski, presentadora de la NBC americana cuando en riguroso directo se negó a seguir su guión. En el mismo le indicaban que debía abrir el informativo con la noticia de la liberación de Paris (la heredera, no la ciudad).

Pobrecita, debió sufrir un verdadero ataque de esos denominados locura transitoria, porque no se limitó a levantarse y salir del plató, que quizás habría resultado más digno, si no que se dejó llevar por la ira y mechero en mano se dispuso a quemar el guión delante de sus fieles espectadores mientras decía "Odio esta historia y no entiendo por qué tenemos que abrir con ella".

Si te ha entrado morbo por ver la escenita en YouTube está a tu disposición, y ha sido uno de los que más visitas ha tenido en la última semana. Si es que el morbo no entiende de nacionalidades, ¿no?

Lo que no sé es si a la pobre periodista el ataque de ética le habrá dejado en el paro, lo cierto es que perder los papeles delante de la audiencia debe ser un trago amargo, pero es que eso puede pasarle a cualquiera chica. Imagina todo el día leyendo guiones donde la noticia es sobre la Hilton, que si va a la cárcel, que si llora, que si sale (retransmitida en directo por supuesto), que si está angustiada…casi me está entrando a mi el ataque en este momento.

En fin, que una vez más la noticia rosa supera a la realidad. Cuentan por ahí que incluso ha habido medios de comunicación que se han comprometido a no publicar ni una coma de la historia y otros se han declarado “zona libre de Paris Hilton”.

Pero no todos han tenido la misma suerte, la del acceso de ira en directo, así fue como Larry King, de la CNN, debió resignarse a entrevistar a la damisela. Al parecer su productor le dijo algo como “que Hilton era la segunda mejor entrevista posible en el mundo después de Osama Bin Laden”. Y fue, triplicaron la audiencia habitual y utilizaron para ello todas las triquiñuelas habidas y por haber para crear la expectación que la ocasión merecía.

Así está el mundo chica. Debemos rendirnos a la evidencia de que lo que el mundo desea es espectáculo. Quizás el triunfo reciente de todo lo que tiene que ver con el corazón, con el cotilleo, está en que a parte de alimentar nuestra naturaleza cotilla hace que nos evadamos de la realidad.

Puestos a pensar en la realidad americana, aunque últimamente la española no está para tirar cohetes, yo casi me quedo también con la entrevista a la Paris.

Merx

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