Esto de las normativas tiene su cosa. Son estudios tediosos y tremendamente largos, a la que un buen número de expertos en la materia dedican horas y horas en reuniones y elaboración de grandes memorandums.
El año pasado se aprobó parte del Código Técnico de la Edificación. Un conjunto de medidas que pretenden regular las características básicas que deben reunir las construcciones nuevas. Entre las medidas ya aprobadas se encuentran las relativas al ahorro de energía, la seguridad en caso de incendio, la seguridad en general y la accesibilidad.
Pero les quedaba un pequeño fleco pendiente, y es el que hace referencia a la protección contra el ruido. En este punto es donde la normativa está sufriendo el mayor retraso desde el Ministerio de Vivienda.
El tema del ruido dentro de la vivienda, no se analiza el que producen los locales de moda o el tráfico porque esos van por otro Ministerio, es un tema que todos hemos sufrido en nuestras propias carnes. No sólo los de tu “costilla” que entona cada noche una auténtica serenata de ronquidos y contra lo que poco se puede hacer, sino los del los vecino del quinto ruidoso y poco solidario que hace que se te olviden todas las normas de convivencia en las que te educaron tus padres.
El estudio en cuestión concluye, con unas variables diseñadas por el CSIC para medir la percepción del ruido y el nivel de molestia, que las paredes deberían tener un grosor suficiente para “absorber” 45 decibelios. Los detalles son: un mínimo de aislamiento de 50 decibelios en los dormitorios o cuartos de estar, y de 45 en el resto de las estancias e la casa. De esta manera se garantizaría que las paredes aislan los ruidos cotidianos que también pueden llevarte a la locura, o a la desesperación por acabar con el causante de tu insomnio.
La verdad es que no me extraña que la norma esté encontrando problemas para salir a la luz. Los primeros en poner el grito en el cielo han sido los constructores ya que esta medida supondría un incremento de costes y una pérdida de metros edificables al deber realizar unas paredes de mayor grosor.
Aunque es imposible saber cuánto tiempo pasará el informe en algún cajón del Ministerio de Vivienda, a lo mejor tenemos suerte y estrenamos norma a la vez que Ministra, que deberá de superar el reto de diferenciar la vivienda de 35 m2 con paredes adecuadas o no.
Así que si eres de los que está buscando un lugar para vivir ármate de paciencia. Además de los materiales, el crédito que no te dan, el feng shui para decorarla y ese largo etcétera deberás añadir la necesidad de tener una memoria detallada del grosor de todas las paredes de la casa.
Eso o hacer un casting previo de los vecinos del edificio, tú verás.
Merx
sábado, 14 de julio de 2007
El vecino del 5º Publicado por Mujeres
Etiquetas:
Estudios
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