Lo que más me ha llamado la atención de la muerte de Jesús de Polanco, es ese curioso efecto que se produce siempre tras la muerte de una persona, especialmente en aquellos que, mientras el fallecido vivía, eran sus enemigos públicos.
De repente y sin entender por qué, tus principales enemigos y detractores, que en vida se han dedicado a llenar cada uno de tus días de reproches, críticas, puñaladas traperas e incluso insultos, se presentan al sepelio por los restos del fallecido con el rostro compungido por el dolor, y se plantan ante las cámaras para recordar las importantes obras y aportaciones con que el muerto en cuestión ha contribuido a la sociedad, lamentando profundamente tan lamentable pérdida.
Este efecto de reconciliación post-mortem lo he visto en todo tipo de personas, sin importar su abolengo, pero cuando el fallecido en cuestión es personaje público, reconocido y sobre todo con poder, el efecto de reconciliación post-mortem se multiplica enormemente, supongo que en parte, para aprovechar el tirón que conlleva la muerte del personaje.
Y si el personaje es Jesús de Polanco, a quien durante años se ha vinculado con una clara tendencia socialista, el efecto reconciliación post-mortem es tan fuerte, que hasta los más radicales protagonistas de la derecha de nuestro país, incluso los supuestamente “puteados” por Polanco durante años, se atreven a elogiar la carrera profesional y la cordialidad personal que han acompañado al presidente del Grupo Prisa en vida.
domingo, 22 de julio de 2007
El efecto reconciliación post-mortem Publicado por Mujeres
Ahora, curiosamente, Jesús de Polanco no sólo es el más rico del cementerio, sino también el que mayor número de amigos tiene gracias al maldito efecto que todas las asperezas lima.
Así somos.
Marg
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2 comentarios:
nanino nino nino nino nino na
¿no os recordó el entierro a una famosa película?
sobre todo la cola de coches negros cargados de coronas, vamos, pareció un plagio.
a veces la realidad supera a la ficción.
descanse en paz.
Creo que tu opinión es producto de la imagen mediática de estos hombres públicos... ellos trabajan para las cámaras y se dicen vela verde.. como en una telenovela... luego, cuando termina el show, se encuentran en una recepción de embajada, y se ríen, porque en el fondo, son pares, y muchos son amigos...
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