miércoles, 20 de febrero de 2008

El lado feo


Si hay que protestar se protesta, faltaría más. Para ejercer ese derecho vivimos en una sociedad democrática, o eso he creído entender.

No podemos decir que sea una novedad que un colectivo dé la voz de alarma ante una campaña publicitaria, un video o cualquier manifestación cultural o no que, desde su punto de vista, sea una agresión contra sus derechos.

La televisión, la que por ahora no se paga, es un maravilloso cajón de sastre en el que buscar cosas ante las que arrugar la nariz, para después ir a contarlo a tu asociación y empezar la protesta.

Ahora le ha tocado a la recién estrenada serie de Antena 3 Física y Química, a la que acusan de limitarse al “sexo y la violencia” además de que “ofrece un trato denigrante al colectivo de profesores” y de la que, por supuesto, piden su retirada.

Lo cierto es que aunque no soy una fiel seguidora de la serie, es más me parece soberanamente floja, me he quedado un poco alucinada por la protesta de la Confederación de Padres y Madres de Alumnos.

La protesta en cuestión argumenta que la serie, ambientada en un instituto, transmite una conducta deformada a niños y jóvenes. Y, continúa para bingo, “ hace un flaco favor a los padres que intentan educar a sus hijos con valores y virtudes que nada tienen que ver con las que muestra la serie”.

A ver. La serie, recordemos “de ficción”, tiene un horario de emisión que no podríamos denominar infantil ya que comienza a las 22h. Podría entender un poco más los argumentos de la queja si el horario fuera más “peligroso” o si entendiera que lo que cuentan en ella es diametralmente opuesto a lo que ocurre entre algunos adolescentes.

Mencionar sexo y droga cuando hablamos de adolescencia es, lamentablemente, cada vez más habitual. Y la serie mencionada no es muy diferente de la que está emitiendo la competencia “Sin tetas no hay paraíso” que, aunque no ocurre en un instituto, se ambienta en un barrio obrero donde las adolescentes ven el mundo de las drogas y el sexo como el billete de salida de la pobreza.

En fin. Que no digo yo que la gente no se queje, al revés, pero que argumenten mejor. Y que si no quieren que sus niños y adolescentes “reciban” esos valores que les apaguen la tele, les cuenten las diferencias entre ficción y realidad y , por último, les recuerden que el mundo en ocasiones muestra su lado feo.

Merx



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero el caso no es tan sencillo. De acuerdo que la serie (de la cual yo no he visto ni un solo capítulo, ni pienso hacerlo) comenzará en horario para adultos, esto entre comillas, pero los anuncios de la serie con los cuales la cadena privada nos lleva bombardeando en los últimos días, estos te los ponen a cualquier hora del día, y ya se ve perfectamente de lo que va la serie tan solo viendo esos anuncios, y les importa un comino que haya niños delante como si no. No sé si se me nota, pero odio A3, es que la odio, es la peor televisión con diferencia de todas las demás cadenas, claro que, para eso, tampoco hay que correr mucho.

Un saludo.

Anónimo dijo...

No dejan de sorprenderme los argumentos de las series. No he visto ningún capítulo de la de A3, pero reconozco seguir la de T5. Me parece alucinante lo que se ve. No dudo que sea la realidad, pero ¿de verdad es necesaria mostrarla de esa forma?. Una serie donde los buenos son malos, los malos buenos, el malo está bueno, la niña mona no tiene tetas y su ilusión es operarse, de 6 chicas adolescentes que salen 5 se prostituyen...
Si esto es la realidad... miedo me da que me entre el sentimiento materno.

Anónimo dijo...

Yo sí he visto un par de "medios capítulos" de la serie (no me quedo hasta que termina) de los 3 que se han emitido, de hecho justamente ayer habábamos de ese tema, y adecuada a un público infantil no me parece. Adolescente, quizá, pero desde luego son los padres quien, como comentábamos ayer en este blog, deberían haber hecho un trabajo previo de educación con sus hijos, y no que estos lleguen a la adolescencia idolatrando a todo kinki que sale por la televisión y sin diferenciar realidad de ficción.

Más aún, cierto que la serie no transmite unos valores que podamos decir adecuados pero, ¿qué clase de valores han transmitido antes los padres? Si hubieran hecho su trabajo educativo como corresponde, la serie chocaría frontalmente con los valores de los chavales, en lugar de "reflejar la realidad". Eso es lo terrible. ¿Qué fue primero, la degradación de la televisión, o la degradación de la familia como espacio de educación? Yo creo que ocurrió antes lo segundo, pero culpar a la tele es lo fácil.

Por cierto, "Sin tetas no hay paraíso" también está denunciada por los mismos motivos (creo que además se emite en horario "de especial protección infantil", como si eso significara algo).

Anónimo dijo...

Si nos ponemos a mirar con lupa, todas las series de televisión tienen su qué. Las hay que despotrican contra la vida en pareja (Escenas de matrimonio), contra los jefes y compañeros de trabajo (Camera Café), contra las feas (Yo soy Bea), contra el modus operandi chapuza de nuestros cuerpos de seguridad (Los hombres de Paco), y así con todo. Lo peor es que están inspiradas en nuestro día a día.

Quizá lo que hay que mejorar es la educación y la relación de los padres con sus hijos y enseñarles de verdad a distinguir lo bueno, de lo malo y de lo peor.

Marcos, si no dices que odias a A3, apenas nos damos cuenta, ja, ja.

Saludos,
Marg

Anónimo dijo...

Es que a la gente se le olvida que tienen libre albedrio para verla o no e incluso para apagar la tele, que también es posible.

Si nadie la viera seguro que la quitaban, buenos son los de A3 para eso!!

Anónimo dijo...

Me encantan estos debates, chicos!

A mi tampoco me gusta A3 Marcos, diría que es de las peores aunque las demás recortan distancias.

Es cierto que se potencia lo que, de la realidad, vende. Y quizás eso es lo más preocupante Luna, que como hay gente que lo compra ahí está.

Es por eso que, como apuntan Pimkie y Lucía, deberíamos recordar que los "valores" no los transmite ningún medio de comunicación. No es su labor, sino de los padres en el caso de estas edades, y si no siempre se puede apagar la tele.

Merx

 

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