Aunque vivamos en la era de la diversidad, de respeto al diferente, de todos esos conceptos que nos hacen pensar en toda la gama de colores, seguimos viviendo en blanco o en negro.
Anclados en el pasado, en la idea del “estás conmigo o estás contra mi”, parece que cada vez con mayor fuerza toma posiciones la radicalización. En el tema que sea.
La semana pasada, el panorama político sufría un terremoto al comunicar su propuesta el PP sobre el tema de la inmigración, el respeto o no de las costumbres, el idioma, el velo en las escuelas, la saturación de los servicios médicos por la llegada masiva de de éstos a nuestro país. Una larga enumeración de absurdos, porque en realidad sí es necesaria una propuesta pero no de esta índole tan en blanco y negro.
Es evidente que en épocas de crisis como la que vivimos, con altos índices de paro, y con un discurso político tan “alentador” nos resulta sumamente fácil acusar “al otro” y así no tenemos que pensar cómo solucionamos el problema que tenemos en casa.
Sabes que me cuesta meterme en estos temas políticos, ya te he dicho más de una vez que me aburren, pero hoy leyendo las respuestas de Ernest Maragall a las declaraciones hechas por Rajoy no he podido evitar un temblor, un ataque de pánico al observar con qué facilidad hacen afirmaciones los políticos para llamar la atención del electorado.
Porque, querida, todo se reduce a eso. Si las declaraciones de Arias Cañete sobre los inmigrantes buscaban el voto de aquellos barrios en los que existen verdaderos problemas de integración, y en los que ya empieza a chirriar el modelo de convivencia, hoy Maragall responde a Rajoy buscando a su vez el voto catalanista. El estás conmigo o estás contra mi una vez más.
Rajoy, en una entrevista con el Periódico de Catalunya, afirmaba que si gobierna suprimirá el modelo catalán de inmersión lingüística y creará centros segregados de estudiantes según su idioma.
La verdad es que la provocación era clara. No sólo se está cargando el modelo educativo catalán, si no que olvidaba que en Catalunya es una lengua co-oficial, y como tal debe estar presente en la educación. Pero no pienses que el Conseller se ha quedado atrás, qué va, si no que ha recogido el guante para afirmar que este modelo propuesto por Rajoy se carga el modelo de autogobierno catalán. Y tenemos además una opinión aún más radical, la del número dos de CIU, Pere Macías, que afirmaba sin rubor que esta propuesta del PP “provocará una guerra civil en 25 años”.
Seriedad, por favor, por la salud mental de todos los españoles un poquito de seriedad. Debemos pensar en sociedades bilingües, si es el caso, en las que los niveles educativos sean los mismos independientemente de la comunidad en la que vivas. En las que las escuelas sean una plataforma de educación y no una herramienta política con la que se manipula al electorado, y en la que las lenguas oficiales se impartan por igual.
Y si realmente el problema es tener una segunda lengua oficial, el Sr. Rajoy debería recordar que es gallego y hablar también de esa Comunidad. Que Galicia también posee una lengua propia que está luchando por rescatar del ostracismo, y que en sus escuelas también hay inmersión lingüística aunque de momento ésta sea al 50%.
Así que a partir de este momento soy apolítica y no volveré a leer las páginas de política. Por mi salud mental y porque quiero seguir mirando el mundo en colores. No en blanco y negro.
Merx
Anclados en el pasado, en la idea del “estás conmigo o estás contra mi”, parece que cada vez con mayor fuerza toma posiciones la radicalización. En el tema que sea.
La semana pasada, el panorama político sufría un terremoto al comunicar su propuesta el PP sobre el tema de la inmigración, el respeto o no de las costumbres, el idioma, el velo en las escuelas, la saturación de los servicios médicos por la llegada masiva de de éstos a nuestro país. Una larga enumeración de absurdos, porque en realidad sí es necesaria una propuesta pero no de esta índole tan en blanco y negro.
Es evidente que en épocas de crisis como la que vivimos, con altos índices de paro, y con un discurso político tan “alentador” nos resulta sumamente fácil acusar “al otro” y así no tenemos que pensar cómo solucionamos el problema que tenemos en casa.
Sabes que me cuesta meterme en estos temas políticos, ya te he dicho más de una vez que me aburren, pero hoy leyendo las respuestas de Ernest Maragall a las declaraciones hechas por Rajoy no he podido evitar un temblor, un ataque de pánico al observar con qué facilidad hacen afirmaciones los políticos para llamar la atención del electorado.
Porque, querida, todo se reduce a eso. Si las declaraciones de Arias Cañete sobre los inmigrantes buscaban el voto de aquellos barrios en los que existen verdaderos problemas de integración, y en los que ya empieza a chirriar el modelo de convivencia, hoy Maragall responde a Rajoy buscando a su vez el voto catalanista. El estás conmigo o estás contra mi una vez más.
Rajoy, en una entrevista con el Periódico de Catalunya, afirmaba que si gobierna suprimirá el modelo catalán de inmersión lingüística y creará centros segregados de estudiantes según su idioma.
La verdad es que la provocación era clara. No sólo se está cargando el modelo educativo catalán, si no que olvidaba que en Catalunya es una lengua co-oficial, y como tal debe estar presente en la educación. Pero no pienses que el Conseller se ha quedado atrás, qué va, si no que ha recogido el guante para afirmar que este modelo propuesto por Rajoy se carga el modelo de autogobierno catalán. Y tenemos además una opinión aún más radical, la del número dos de CIU, Pere Macías, que afirmaba sin rubor que esta propuesta del PP “provocará una guerra civil en 25 años”.
Seriedad, por favor, por la salud mental de todos los españoles un poquito de seriedad. Debemos pensar en sociedades bilingües, si es el caso, en las que los niveles educativos sean los mismos independientemente de la comunidad en la que vivas. En las que las escuelas sean una plataforma de educación y no una herramienta política con la que se manipula al electorado, y en la que las lenguas oficiales se impartan por igual.
Y si realmente el problema es tener una segunda lengua oficial, el Sr. Rajoy debería recordar que es gallego y hablar también de esa Comunidad. Que Galicia también posee una lengua propia que está luchando por rescatar del ostracismo, y que en sus escuelas también hay inmersión lingüística aunque de momento ésta sea al 50%.
Así que a partir de este momento soy apolítica y no volveré a leer las páginas de política. Por mi salud mental y porque quiero seguir mirando el mundo en colores. No en blanco y negro.
Merx
2 comentarios:
Me alegra oir opiniones de politica o de escenario politico con coherencia, y objetividad. Estoy convencida de que hay muchisima gente que por aburrimiento toma la decision de declararse apolitica y apartarse de este circo,entre las que me encuentro. Sin embargo si no expresamos nuestro descontento y aburrimiento es como si no existieramos: no se no lee, no se no oye.
Así que con este panorama, te agradeceria que venciendo todo ese tedio con el que muchos observamos este escenario, no dejes de hablar de ello y ademas que sigas viendo el mundo en colores.
Gracias
LA UNA
www.sopasyletras.com
Gracias LA UNA. Lo peor es que sé que tienes razón, que no deberíamos hacer como que no va con nosotros. Pero decepciona y piensas cómo es posible que un país como el nuestro lo tolere.
Nfin, pais!
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