Citizenship Education. Did you understand? Publicado por Mujeres

Desde que apareció la asignatura de Ciudadanía, sigo el debate abierto entre defensores y detractores, aunque a decir verdad y vaya esta aclaración por delante, no puedo hablar con conocimiento de causa porque todavía no he encontrado el momento para leerme el libro de texto que le entregan a los alumnos. Por suerte o por desgracia, no voy a tardar mucho porque este año mi hija tendrá que estudiar la asignatura en cuestión, y qué mejor momento para ponerse al día.

Dejando aparte el matiz político que envuelve la polémica sobre este tema, y que espero no interfiera en la forma o el tono en que los profesores imparten esta asignatura, era obvio pensar que con su imposición se liaría parda, ya que todo lo relacionado con la ética, la moral o la religión, son asuntos espinosos en los que nadie llega a ponerse de acuerdo y más si son impuestos.

Quizá por la controversia que han generado siempre estos temas, yo creo que aunque es bueno que los jóvenes se eduquen en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales como ciudadanos, es mucho mejor, a pesar de la dificultad, que esta educación se imparta sin una clara orientación política, sea del color que sea. Desde la neutralidad. Y así debería hacerse también con la religión, aunque en este caso, dejando claro que si se imparte religión debería ser bajo un punto de vista global de todas las creencias existentes y no bajo el prisma de una sola.

Por esta razón, e insistiendo en que aún no he leído el temario de Ciudadanía, me parece patética, absurda y esperpéntica la iniciativa de la Generalitat Valenciana que, para mostrar su desacuerdo con el Gobierno, ha decidido que los profesores impartan la asignatura, como manda la Ley, pero en inglés, que por lo menos es más útil.

Así, tras el primer día de clase de lo que el Popular Francisco Camps ha denominado Education for Citizenship and Human Rights, el resultado ha sido caótico. En primer lugar, los chavales de 14 años no tienen ni papa de inglés, y en segundo lugar, los profesores tampoco. La solución ha sido buscar a un grupo de profesores que sepan inglés para traducir la clase de Ciudadanía que los otros profesores dan en valenciano. O sea, absurdo, absurdo, además del doble gasto que esto representa.

La explicación por parte de los docentes a sus alumnos del porqué de esta estrámbotica iniciativa ha sido tal que: “No queremos incumplir la norma porque sí", explican, y exponen otro ejemplo para que los alumnos reconozcan la importancia de los inconformismos a lo largo de la historia. "Las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres y no podían estudiar. Si no hubieran protestado por ello, os tendríais que disfrazar de chicos o estar en casa fregando. Hay que protestar cuando creemos que se nos impone algo que es una pérdida de tiempo y un desatino".

Luego la explicación se tradujo al inglés, y la clase se dió por acabada con “Did you understand?”, a lo que los alumnos, entre la perplejidad y el cachondeo respondieron: “sólo hemos entendido la pregunta del final y la respuesta es que no nos hemos enterado de nada”.

Yo que quieres que te diga, ¿es esto un buen ejemplo para los alumnos?

O más inglés, que buena falta nos hace a todos, o intentar impartir los contenidos sobre derechos y obligaciones de los ciudadanos, que también nos está haciendo más falta cada día, de la forma más objetiva y neutral posible, que por otra parte creo que debería ser la obligación de los profesores.

Pero no más actuaciones patéticas, por favor.

Marg