miércoles, 15 de octubre de 2008

"Diario de una ninfómana"

Vaya numerito se ha montado con la promoción de la nueva película de Christian Molina, Diario de una ninfómana, al habérsele censurado los carteles de promoción en las marquesinas y los autobuses de Madrid y las cuñas de radio en la COPE. Unos consideran que mostrar a una chica en paños menores, con braguitas negras, y con un gesto sensual de tocarse el pubis con la mano, o el propio título de la película con la palabra Ninfómana de por medio, eran de “dudosa legalidad” o “gratuitamente provocativa”. Otros, se escudan en el hecho de que los carteles no se especifican el público al que va destinada la película, y por tanto no se cumplen los requisitos de autorregulación de la publicidad.

Pero hay más argumentos que pululan contra la película de Molina. Según dicen, esta promoción, con esta imagen y este título, pone en peligro la lucha que el Ayuntamiento de Madrid está llevando a cabo para acabar con la prostitución, sobretodo teniendo en cuenta que la protagonista de la película se acaba convirtiendo en prostituta.

Que la COPE se niegue a emitir la promoción de la película tampoco me extraña nada a estas alturas, pero el debate generado es, una vez más, bastante hipócrita y retrógrado.

Estamos hartos de ver señoritas en paños menores vendiendo lencería de moda, y también señoritos posando en actitudes más que sensuales vendiendo colonias, ropa o cualquier cosa, acuérdate de los últimos anuncios de Beckham, y no pasa nada.

Estamos cansados de ver promociones de películas o series de televisión de máxima violencia, con asesinos en serie, con orgias de sangre e higadillos, o jovencitas recurriendo a la prostitución con narcotraficantes para poder tener mejores modelitos y mejor vida. Piensa sólo en la famosa serie “CSI” o en la más famosa todavía, “Sin tetas no hay paraíso”. Y ahora resulta que un cartel, bastante elegante por cierto, y la utilización de la palabra “ninfómana”, nos revuelve a todos las entrañas y la mala conciencia.

¿Tú crees que se hubiera montado este número si la película llevara por título “Diario de un asesino en serie”?. Seguramente no, y para mí, si hablamos de conciencia, es mucho más grave, sobretodo si tenemos en cuenta que ir al cine es una elección, y las series de televisión se cuelan en nuestras casas aunque no quieras.

Otros intereses habrá para no facilitarle a esta película la promoción publicitaria que ha pretendido hacer. Aunque también le digo al señor Christian Molina, que se de con un canto en los dientes. La promoción de su “Diario de una ninfómana” le está saliendo redonda, sin necesidad de gastar ni un duro contratando publicidad.

Cada día somos más hipócritas.

Marga

2 comentarios:

Julius Contreras dijo...

La primera parte del argumento para su censura me parece idiota. La segunda parte, como que tiene algo de razón. Y si vamos a hablar de publicidad de escándalo, que hace esta de Lacoste donde aparece un tipo en completas pelotas paseandose por su habitación. Por favor: ese comercial está en el aire y lo puede ver alguien desde su casa. El afiche de la publicidad está exhibido en una sala de cine y, probablemente, en un anuncio de paraderos. En todo caso, prohibir que las señoras dejen de recibir su suscripción de Victoria´s Secret para evitar que se puedan volver lesbianas.
Habiendo tanta cosa en que entretener el cerebro burocrático...
Abrazos.

Anónimo dijo...

buenos dias. estoy haciendo un trabajo de la publicidad que se dió en los medios de la película diario de una ninfomana. ¿me podeis dar algun tipo de información? gracias!

 

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