Este país nuestro no deja de sorprenderme. Ahora que habíamos conseguido erradicar a un buen puñado de los infumables programas del corazón que invadían la escena televisiva, resulta que, como en el fondo no podemos vivir sin el morbo del chanchulleo, sacamos a relucir los cagalares de hace 40 años en las portadas de toda la prensa. Por lo menos antes, cuando estas noticias estaban acotadas a los espacios de desprestigio e insulto de la prensa rosa, uno tenía la opción de tragárselo o no, y ahora las triquiñuelas de los famosos y gente de tres al cuarto corren a sus anchas invadiéndolo todo.
Así es como he conseguido enterarme de porqué narices la ex cantante Massiel lleva dos días deambulando en todos los medios. Hasta hoy creía que el renacer de Massiel en la prensa se debía a la proximidad del Festival de Eurovisión que se celebra este mes de mayo, o tal vez al cierto estilo friki que mantienen la representante de España de hace 40 años con el actual.
Pero no. La polémica se centra en un documental titulado “1968. Yo viví el mayo español", que aunque deja claro que el de Eurovisión no es el tema central, sí es lo que ha sacado a la palestra a Massiel, al poner en duda la gesta lograda por la cantante, hace cuarenta años, al conseguir ganar el dichoso festival con su famoso “La, la, la”.
El documental, producido por Globomedia, y que este jueves será emitido por la cadena “La Sexta”, curiosamente la misma cadena que ha lanzado a la fama a Rodolfo Chikilicuatre, ha servido la polémica en bandeja a los carroñeros del morbo, al aparecer declaraciones de diferentes personajes que, entre otras lindezas, aseguran que el régimen del generalísimo podría haber comprado votos para ganar el festival de la canción en un momento de pleno auge y en el que España necesitaba tener cierto renombre en algo, aunque fuera en esto.
El angelito que ha destapado la caja de los truenos no es ni más ni menos que José María Iñigo, otro jovencito de entonces que también debe pensar que hace tiempo que no sale en las fotos de los periódicos, y que se ha lanzado a la piscina recordando los viejos tiempos y asegurando que “Todo el mundo sabe, y se ha publicado, que directivos de Televisión Española (en la que se emitía Eurovisión) y de compañías discográficas, se paseaban por Europa ofreciendo editar discos de distintos cantantes búlgaros, checos, o vete tú a saber. (países que no participaban en el Festival) y Televisión Española estuvo comprando series que nunca se iban a poner y nunca se pusieron, con tal de que nos dieran los votos para poder ganar".
Así es como he conseguido enterarme de porqué narices la ex cantante Massiel lleva dos días deambulando en todos los medios. Hasta hoy creía que el renacer de Massiel en la prensa se debía a la proximidad del Festival de Eurovisión que se celebra este mes de mayo, o tal vez al cierto estilo friki que mantienen la representante de España de hace 40 años con el actual.
Pero no. La polémica se centra en un documental titulado “1968. Yo viví el mayo español", que aunque deja claro que el de Eurovisión no es el tema central, sí es lo que ha sacado a la palestra a Massiel, al poner en duda la gesta lograda por la cantante, hace cuarenta años, al conseguir ganar el dichoso festival con su famoso “La, la, la”.
El documental, producido por Globomedia, y que este jueves será emitido por la cadena “La Sexta”, curiosamente la misma cadena que ha lanzado a la fama a Rodolfo Chikilicuatre, ha servido la polémica en bandeja a los carroñeros del morbo, al aparecer declaraciones de diferentes personajes que, entre otras lindezas, aseguran que el régimen del generalísimo podría haber comprado votos para ganar el festival de la canción en un momento de pleno auge y en el que España necesitaba tener cierto renombre en algo, aunque fuera en esto.
El angelito que ha destapado la caja de los truenos no es ni más ni menos que José María Iñigo, otro jovencito de entonces que también debe pensar que hace tiempo que no sale en las fotos de los periódicos, y que se ha lanzado a la piscina recordando los viejos tiempos y asegurando que “Todo el mundo sabe, y se ha publicado, que directivos de Televisión Española (en la que se emitía Eurovisión) y de compañías discográficas, se paseaban por Europa ofreciendo editar discos de distintos cantantes búlgaros, checos, o vete tú a saber. (países que no participaban en el Festival) y Televisión Española estuvo comprando series que nunca se iban a poner y nunca se pusieron, con tal de que nos dieran los votos para poder ganar".
Ahora, a punto de emitirse el controvertido documental y ante las piedras que están cayendo, Iñigo matiza que él nunca dijo que existiera "tongo". Pero eso no es todo. Cuando se supo que “Baila el chiki chiki” sería la canción elegida para representar a nuestro país, Massiel, con su verborrea habitual y petarda, puso a parir a Chikilicuatre diciendo que "es una falta de respeto y lo que hay que hacer es ayudar a la música y no destruirla”. Hoy, gracias a algún maestro del arte de hacer dinero con el chanchulleo y la polémica, es Massiel a quien va a haber que ayudar en vez de destruir.
Aunque es verdad que no es la primera vez que alguien sugiere que la victoria de Massiel en Eurovisión pudo no ser del todo limpia, parece mucha la casualidad de que este documental se emita ahora en la misma cadena que se está forrando con su invento del Chikilicuatre.
¿Que qué dice ella?, pues que “después de 40 años no tengo que pedir perdón a nadie por haber ganado Eurovisión. Esta polémica es un plan urdido por La Sexta para descalificarme y aumentar la popularidad de Chikilicuatre”.
Pues igual se amañó algo en su día para que España ganara, pero es que el festival de marras no ha dejado de amañarse y chanchullearse desde entonces, y a lo mejor va a tener razón Massiel con lo de promocionar al estrámbotico personaje de hoy, porque la verdad es que a mi sólo me falta levantarme y que el mismísimo Chikilicuatre esté sentado a mi mesa exigiéndome el desayuno.
Aunque es verdad que no es la primera vez que alguien sugiere que la victoria de Massiel en Eurovisión pudo no ser del todo limpia, parece mucha la casualidad de que este documental se emita ahora en la misma cadena que se está forrando con su invento del Chikilicuatre.
¿Que qué dice ella?, pues que “después de 40 años no tengo que pedir perdón a nadie por haber ganado Eurovisión. Esta polémica es un plan urdido por La Sexta para descalificarme y aumentar la popularidad de Chikilicuatre”.
Pues igual se amañó algo en su día para que España ganara, pero es que el festival de marras no ha dejado de amañarse y chanchullearse desde entonces, y a lo mejor va a tener razón Massiel con lo de promocionar al estrámbotico personaje de hoy, porque la verdad es que a mi sólo me falta levantarme y que el mismísimo Chikilicuatre esté sentado a mi mesa exigiéndome el desayuno.
Marg
2 comentarios:
ES UN PLACER ENTRAR Y ENTERARSE DE CIERTAS REALIDADES QUE EXISTEN Y CONTAIS COMO NADIE. TODAS ESTAS COSA DEL ´´CORAZÓN`` ME SOBREPASAN Y NO ME ENTERO. Y LAS REFLEXIONES QUE HACEÍS ESTOY MUY DE ACUERDO. UN BESO
anamorgana
Para mí lo que esconde es una falta de imaginación a la hora de hacer programas en TV. Al final tienen que recurrir siempre a temas pasados. Realmente a quien le importa si ganó de tongo o no? Qué vamos a hacer ahora?
Qué asco de tele, como les gusta la polémica, pero ya es lo único que les queda para tener audiencia porque lo que son los contenidos…
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