jueves, 8 de mayo de 2008

El laberinto del terror


Cuando yo era niña descubrí en casa de una tía mía un periódico que se llamaba “El Caso”. A mi tía le encantaba comprarlo, decía que había que saber lo que pasaba en España. Pero lo cierto es que “El caso” era sólo una parte de lo que realmente pasaba en España, la parte oscura, trágica, la actualidad cebada en las desgracias que miles de personas vivían todos los días. En realidad, “El caso” era para mi tía una macabra novela que día a día le recordaba que su vida era mucho mejor que la de los tristes protagonistas que allí aparecían, por el simple hecho de que ella tenía una vida “normal”.

A mi, supongo que por la edad, las imágenes y las truculentas historias de El caso no se me han olvidado nunca. No podía creer que el mismo mundo en el que yo vivía diera también cabida a semejantes monstruos y a tanto terror.

Hoy, sin ir más lejos, y con sólo hojear los periódicos, me he dado cuenta que, si dejamos aparte el terror de las guerras sin sentido, las desgracias naturales que acaban de raíz con la vida de cientos de miles de seres, la violencia terrorista y callejera, y eludimos el fútbol y las batallas políticas, la prensa de hoy, casi treinta años después, se mantiene fiel a la línea que entonces caracterizaba a El caso.

Me ha venido a la mente, la imagen de un laberinto, el laberinto del terror. En la prensa de hoy tienen cabida todo tipo de vejaciones y humillaciones, y las fotos de las portadas son para monstruos que no tienen ningún pudor en vanagloriarse de sus monstruosidades. Es difícil evitar el horror que rezuma en todas las páginas, vayas por donde vayas.

Hoy, se ha imputado a un coronel por acosar sexualmente a sus subordinadas, un anciano de 84 años ha sido encontrado muerto en su casa amordazado y maniatado, un médico confiesa que la dosis de quimioterapia que administró a un niño pudo haberle causado la muerte, la fiscalía de Barcelona solicita una pena de 102 años para un tipo que violó, robó y mató a cuchillazos a dos policías en prácticas, la mujer que ayer mató a su bebe……..

Y lo más importante del día: el asesino de Mariluz cuenta en primera persona su versión de cómo murió la pequeña, el monstruo de Amstetten explica en un video que en realidad lo que deseaba era violar a su madre, la abogada de Elisabeth Fritzl anuncia la próxima rueda de prensa de la familia torturada y secuestrada durante 24 años, y se ha capturado al pederasta buscado por la INTERPOL gracias a la colaboración ciudadana tras publicar su foto en Internet.

¿No es horrible? ¿No pasan otro tipo de cosas en el mundo? Pero para más INRI, y por si fuera poca angustia la que llevo en el cuerpo, me llega la nueva campaña de la Dirección General de Tráfico, otra dosis de horror y muerte.
A veces pienso que hemos entrado en ese laberinto del terror y nos hemos obsesionado en que no hay salida. Damos vueltas y vueltas sobre el mismo sitio y sólo potenciamos la sed de más terror. Sólo espero que como en los cuentos, alguien caiga en la razón y recuerde que todos los laberintos guardan un secreto que da la clave para hallar la salida.

Marg

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras cenamos siempre es la hora de los telediarios. En alguna ocasión me había parecido interesante ponerlo para que mis hijos estuvieran informados de lo que pasa en el mundo, de la vida real. Pero es imposible, cada vez que ponemos algún canal hemos de quitarlo enseguida porque si mis hijos se dan cuenta del mundo real en el que viven acabarán tan asqueados como yo. Ya tendrán tiempo de ver lo loco que está el mundo. Al final no hay noticias interesantes, solo hay como tu dices, terror.
Como voy a permitir que mis hijos oigan que una madre ha matado a su hijo o peor que los ha congelado! o al revés que un hijo se pasea por la plaza del pueblo con la cabeza de su madre por ejemplo?
Siempre ha sido el mundo así y no había tanta información o es que nos estamos volviendo todos locos? La verdad es que da mucho miedo.
Qué paren el mundo que me bajo!!

 

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